Dice la agencia Reuters que, “si buscas “Comcast” en YouTube, el primer vídeo que encuentras es el de un técnico dormido en el sofá de un cliente mientras espera al teléfono a que alguien le responda en la oficina del jefe de la empresa”.
Estos videos y multitud de críticas en foros o en redes sociales como Twitter han convencido al consejero delegado de la compañía de la necesidad de iniciar una gran campaña de marketing que llevará incluso al cambio de nombre de la empresa.
“Los clientes no están necesariamente emocionados con su relación y la marca Comcast”, dicen los ejecutivos, aunque más que críticas, los 600.000 clientes perdidos en 2009 debería ser suficiente argumento, cuando los analistas señalan la fuerte relación entre la satisfacción del cliente y el crecimiento de usuarios.
Y no solo en televisión por cable. Comcast implantó un sistema de bloqueo de aplicaciones P2P en los accesos a Internet, mintió a sus clientes y al regulador FCC que tuvo que emitir un fallo contra ella. Actividades que han terminado de pasarle factura. Veremos si los cambios son algo más que llamarse Xfinity.
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