Mantener una ventaja competitiva en el negocio de las búsquedas es fundamental para Google y hacer sus sistemas más inteligentes y más capaces de responder a preguntas ambiguas es una de las formas de mantenerse a la vanguardia en este mercado, cada vez más centrado en los dispositivos móviles.
La semana pasada Alphabet, que integra a Google, anunció beneficios destacando las inversiones de la compañía en el aprendizaje automático y la inteligencia artificial.
Google ha sido una de las mayores empresas impulsoras de la inteligencia artificial, invirtiendo en este terreno en el área de los videos, el lenguaje, la traducción y, ahora también, las búsquedas, como recoge Bloomberg.
En los últimos meses, una gran parte de los millones de consultas por segundo que recibe el buscador han sido interpretadas por un sistema de inteligencia artificial apodado RankBrain, de acuerdo con Greg Corrado, investigador senior de Google.
RankBrain utiliza la inteligencia artificial para integrar grandes cantidades de lenguaje escrito sobre vectores y que el sistema puede interpretar.
De esta forma, cuando recibe una palabra o frase con la que no está familiarizado, la máquina puede relacionarla con palabras o frases que podrían tener un significado similar y ofrecer un resultado acorde.
Se trata del procedimiento más eficiente hasta la fecha para gestionar las consultas de las búsquedas.
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