El centro de datos que Google tiene desde hace unos años en la ciudad finlandesa de Hamina es también uno de los más conocidos.
Este datacenter fue en tiempos una fábrica de papel propiedad de Stora Enso, que la compañía de Mountain View restauró tras reconocer su potencial por estar situado al lado del Mar Báltico.
Y es que lo que hace la firma de la G es enfriar sus servidores de forma natural, esto es, con agua, para garantizar el correcto funcionamiento de productos como el correo Gmail, las búsquedas de Google Search o el servicio cartográfico Google Maps en el Viejo Continente.
Para ello se ha empleado una inversión inicial de 200 millones de euros y en verano de 2012 se decidió destinar otros 150 millones de euros. A estos 350 millones se sumarán ahora otros 450 millones de euros, que Google utilizará para ampliar las instalaciones.
Así lo habría anunciado la propia empresa, según informa el blog Techland de la revista Time a través de Associated Press.
Si quieres conocer algo más sobre ésta y otras instalaciones curiosas de más gigantes tecnológicos, echa un vistazo a nuestra galería “15 centros de datos con sorpresa“:
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