Google ajusta su computación a los picos de energía renovable
Google está poniendo en marcha nuevas plataformas inteligentes en sus centros de datos, aprovechando los picos de producción de energía renovable para distribuir mejor las tareas de cómputo y reducir su huella de carbono.
La reducción del consumo energético es una de las prioridades de los propietarios de data centers. En primer lugar, por reducir la enorme factura eléctrica. Pero también por responsabilidad medioambiental. Esto explica por qué los centros de datos están apostando claramente por la sostenibilidad en los últimos años.
Google es una de las compañías que más esfuerzos está realizando en este sentido. Por ejemplo, sus data centers incorporan técnicas de enfriamiento evaporativo altamente eficiente, cuentan con controles inteligentes de temperatura e iluminación y aplican los principios de la ‘economía circular’.
Además, compensa cada unidad de energía que consume con una unidad de energía procedente de fuentes renovables. De hecho, ha logrado ser neutral en la generación de carbono desde 2007. Por otro lado, la compañía ajusta la computación de sus centros de datos para que se mantengan lo más ocupados posibles, intentando hacer más con menos servidores. La aplicación de machine learning para aumentar la eficiencia energética de sus data centers está siendo también muy importante.
Ahora está tratando de obtener energía libre de carbono 24×7 en todos los lugares donde dispone de data centers. Para ello, es indispensable trabajar con fuentes de energía libres de carbono, como la solar y la eólica. Y el último paso que ha dado la compañía de Mountain View va precisamente en esta línea.
En un post publicado por una de sus ingenieras en su blog, Google explica que ha desarrollado una nueva ‘plataforma informática inteligente en carbono’, que ya está funcionando en sus centros de datos de mayor tamaño.
Su objetivo es ajustar la carga de trabajo y distribuirla mejor a lo largo del día, aprovechando para aumentar las tareas de computación coincidiendo con los picos de producción eléctrica procedente de fuentes de energía bajas en carbono, como la eólica y la solar.
La compañía incide en que esto se consigue sin hardware adicional y sin afectar el rendimiento de los servicios de búsqueda, Maps o YouTube, que han de responder con eficacias las 24 horas del día. Google consigue esta flexibilidad modificando el tiempo de las tareas informáticas no urgentes, como crear nuevas funciones de filtro en Google Fotos, procesamiento de video de YouTube o agregar nuevas palabras a su traductor.
Para ello, las plataformas inteligentes de cada centro de datos consultan los pronósticos de su socio Tomorrow, que predice cómo cambiará la intensidad promedio de carbono por hora de la red eléctrica local a lo largo del día. A la par, Google realiza un pronóstico interno complementario, estimando los recursos de energía por hora que necesitará cada data center para desempeñar sus tareas de cómputo durante el día.
Estos dos pronósticos se comparan y sus resultados se emplean para planificar la jornada hora a hora, ajustando la computación para aprovechar mejor los momentos en los que hay una mayor disponibilidad de suministro de electricidad con baja emisión de carbono.
Adicionalmente, Google está investigando la manera de repartir mejor las tareas de cómputo flexibles entre diferentes data centers, de forma que aumente el trabajo en aquellos centros y en los momentos en los que sea posible aprovechar mejor las energías renovables.