Nuevo golpe a la privacidad en la red de la administración Trump
El actual presidente de EE.UU ha firmado una resolución para tirar abajo la anterior legislación, aún no en vigor, que impedía que las operadoras vendiesen datos de sus usuarios.
La batalla por la privacidad de los usuarios en la red se lucha desde muchos bandos distintos. Están los consumidores, preocupados por cuáles de sus datos tienen las empresas y a quién se los ceden. Están las empresas, que deben proteger esta información frente a ciberdelincuentes y otros agentes, pero que pueden sacar beneficio con ellos. Y, por último, están las autoridades, intentando regular a qué información tienen acceso y en qué condiciones.
El tema de la privacidad es muy amplio, y en ocasiones las posturas se difuminan, según el aspecto del que se trate. Por ejemplo, en lo que se refiere a la posibilidad de que los proveedores de banda ancha y otros servicios de internet compartan los datos de sus clientes.
La administración de Barack Obama había aprobado una nueva regulación el pasado octubre para endurecer las reglas de privacidad, obligando a los proveedores de internet a obtener el consentimiento de los usuarios antes de compartir con otras empresas información sensible, como las visitas a webs, la ubicación o el uso de apps que realiza el cliente. La Comisión Federal de las Comunicaciones o FCC, el máximo organismo del tema en EE.UU, adoptaba la norma en octubre pasado, aunque hasta ahora no había entrado en vigor. Y ahora ya no lo hará.
Donald Trump ha firmado este lunes una resolución con la que echa abajo esta normativa, días después de que la Cámara de Representantes del Congreso y el Senado de Estados Unidos votasen para detener la puesta en marcha de las normas. La votación se ha realizado al amparo de una ley que impide que la FCC adopte medidas similares en el futuro, recoge CNet.
Para los detractores de la regulación inicial, esta era demasiado estricta. Los que la apoyan defienden su papel para impedir que las operadoras de internet puedan vender información de sus clientes a terceros. En cualquier caso, con el veto a la normativa se reducen las posibilidades para los usuarios de mantener el control en todo momento sobre sus datos.