Gobernanza de Datos: Estrategias Efectivas para Empresas Data-Driven
Solo el 30% de los datos disponibles en las empresas se utilizan, principalmente debido al desconocimiento interno de la información disponible.
En la era de la información, la gobernanza de datos se ha convertido en un pilar fundamental para las organizaciones que buscan optimizar sus operaciones y mantener una ventaja competitiva en el mercado. Implementar una estrategia efectiva de gobernanza de datos no solo asegura la calidad y el uso adecuado de la información, sino que también impulsa a las empresas hacia un modelo verdaderamente Data-Driven.
En este sentido, PUE, tecnológica española referente en soluciones integrales de consultoría e implementación de proyectos de Datos, GenAI y Cloud, analiza cuáles son las buenas prácticas y los beneficios asociados a una gobernanza de datos robusta y bien estructurada.
Metodología y Tecnología: Dos Pilares Esenciales
Desde un punto de vista metodológico, es esencial definir claramente los roles, responsabilidades y propietarios de los activos de datos dentro de la organización. La promoción del uso de los datos, tanto a nivel interno como externo, es crucial. La medición del uso y la calidad de los datos a través de KPIs bien definidos permite obtener métricas precisas que aseguran que los datos no solo estén disponibles, sino que sean de alta calidad y se utilicen de manera efectiva.
Desde una perspectiva tecnológica, la clave está en utilizar herramientas abiertas y políglotas que puedan recopilar metadatos de diversas fuentes, detectar cambios y medir la calidad de los datos. La automatización de estos procesos es vital para garantizar una gobernanza de datos eficiente en entornos de múltiples tecnologías o nubes.
¿Cuáles son los errores más comunes?
Sin embargo, como afirma Sergio Rodríguez de Guzmán, CTO de PUE, “uno de los errores más comunes que cometen las organizaciones al establecer políticas de gobernanza de datos es la falta de medición del uso de los datos. Aunque generar un catálogo de datos no suele ser problemático, la promoción y medición del uso de estos datos a menudo se pasan por alto. Para evitar este error, es crucial implementar prácticas que fomenten el uso activo y la evaluación continua del impacto y la calidad de los datos.”
Las organizaciones que implementan una gobernanza de datos bien estructurada obtienen varias ventajas competitivas. Actualmente, se estima que solo el 30% de los datos disponibles en las empresas se utilizan, principalmente debido al desconocimiento interno de la información disponible. Con una correcta política de gobierno de datos, las empresas pueden aumentar significativamente este porcentaje, convirtiéndose en verdaderas empresas Data-Driven, lo que les permite tomar decisiones más informadas y estratégicas.
Medición y Evaluación de la Gobernanza de Datos
Para medir y evaluar la efectividad de sus estrategias de gobernanza de datos, las organizaciones deben definir y analizar KPIs específicos. La observabilidad de la información es un concepto clave para el éxito en la promoción de datos, y esto se logra utilizando tecnologías que permitan una visibilidad completa y precisa de los datos y sus usos.
Entornos híbridos e IA: el futuro de la gobernanza
Tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y el machine learning desempeñan un papel crucial en la mejora de la gobernanza de datos. La IA Generativa, en particular, puede entender y razonar la información disponible en las empresas, generando metadatos, midiendo la calidad de la información, detectando anomalías y proponiendo soluciones a los errores encontrados.
Contrario a lo que se podría pensar, una infraestructura híbrida o multicloud no necesariamente complica la gobernanza de datos. Las comunicaciones modernas permiten que estos entornos operen como un todo coherente. La clave está en utilizar herramientas adecuadas que faciliten la interoperabilidad entre diferentes sistemas y nubes, asegurando una gobernanza de datos fluida y eficiente.
Implementar una estrategia de gobernanza de datos efectiva es esencial para cualquier organización que aspire a ser competitiva en la era digital. Siguiendo las mejores prácticas metodológicas y tecnológicas, evitando errores comunes y aprovechando las tecnologías emergentes, las empresas pueden asegurar la calidad y el uso óptimo de sus datos, logrando así una ventaja competitiva sostenible.