Y no parece que la cosa vaya a quedar “sólo” en estos 500 millones de dólares que General Motors ha invertido en Lift puesto que el presidente de la compañía automovilística, Dan Ammann, ya ha anunciado que tienen previsto llegar a desarrollar un vehículo de conducción autónoma. Y para ello nada mejor que aliarse con una exitosa plataforma de vehículos dotados de conductor que transportan a pasajeros que solicitan sus servicios mediante una app.
General Motors quiere afrontar así la gran revolución de la movilidad urbana que llegará en los próximos años, entre otras cosas debido a las restricciones de tráfico rodado en los centros de las grandes ciudades debido a la contaminación.
En el bando contrario y descontando a Ubert, tenemos a Google, recientemente aliada con Ford en un proyecto similar de desarrollo de un vehículo de conducción autónoma aunque les faltaría la plataforma de reserva de vehículos y solicitud de transporte o para compartir trayectos, al estilo BlaBlaCar.
La apuesta de General Motors por Lyft tiene todo su sentido toda vez que Uber está valorada en más de 62.000 millones de dólares, siendo por tanto casi inalcanzable si se quiere asumir una posición de referencia en su accionariado, mientras que Lyft tiene un valor de mercado de 4.500 millones de dólares, por lo que entrar con 500 millones de dólares permite adquirir una cierta influencia.
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