Gemelos digitales, el nexo entre el mundo digital y el mundo físico

El meta verso ya está constituyéndose como el siguiente terreno de juego para la evolución de la transición digital, en este caso a través de entornos virtuales inmersivo y de conexiones a través de la Nube.

Para poner a prueba escenarios y elementos donde los usuarios interactúan existe el recurso a los gemelos digitales, réplicas virtuales de objetos y espacios reales que se utilizan para probar las plataformas en desarrollo para este ecosistema. Se trata de modelos que servirán para recrear o para complementar objetos, escenarios e incluso personas reales, unas posibilidades que representan una gran oportunidad en el sector industrial.

El metaverso amplía las posibilidades del mundo real de ahí que en ocasiones estos gemelos digitales pueda ser una mera recreación pero en otros suponen una ampliación de los límites y características de los espacios, objetos y personas reales. De esta forma puede obtenerse una modelización virtual tridimensional de un edificio en restauración, una nave en construcción o incluso de toda la cadena de un proceso de producción.

Todo con gran precisión y con un considerable ahorro de tiempo y recursos. Tras conseguir este gemelo digital pueden explorarse todas las posibilidades antes de abordar distintos proyectos, comprobando en esta simulación digital cualquier acción que se deje llevar a cabo en el mundo real, desde implantar una nueva línea de montaje a complementar a modificar una ya existente.

Según recoge el Instituto Capgemini en su informe “Digital Twins: Adding Intelligence to the Real World” (“Gemelos digitales: alñadiendo inteligencia al mundo real”) un 60 % de las organizaciones ya está valiéndose de esta tecnología de simulación, con la previsión de que hasta 2027 aumente un 36 % más el recurso a estas herramientas.

Una de las grandes ventajas de la utilización del gemelo digital es la permanente conexión con la Nube que permite al usuario un acceso inmediato a cientos de datos a través de los cuales controlar el desarrollo en el mundo “analógico” sin la necesidad de estar presente, con los ahorros de costes y recursos que ello comporta.