El análisis de HardOCP demuestra que la inmensa mayoría de juegos que integran este tipo de soporte no han demostrado gran cosa, a pesar de la gran publicidad que se ha hecho – incluidos nosotros – de las posibilidades de DirectX10.
Esta API 3D debería haber revolucionado los últimos títulos lúdicos, pero en realidad no ha aportado grandes diferencias a los juegos que han incluido soporte para los modos avanzados – con alguna excepción – y en Gears of War se demuestra que jugar en DX10 o en DX9 es prácticamente lo mismo.
De hecho, activar el modo DX10 únicamente causa una reducción drástica del rendimiento del juego.
En HardOCP lo probaron con varias tarjetas y llegaron a la conclusión de que las diferencias visuales y de rendimiento eran inexistentes, y que únicamente aporta la posibilidad de activar una ocpión avanzada de antialiasing que no obstante sólo dará buen resultado si tenemos alguna de las GPUs más potentes del momento.
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