Las ciudades del futuro deberían ser ciudades más inteligentes, lo que se conoce en inglés como smart cities. Así, las inversiones en este tipo de ciudades está llamado a crecer… y crecer.
Según cálculos de IDC, este mismo año el gasto mundial en tecnologías que habilitan las iniciativas vinculadas a esas ciudades inteligentes será de 80.000 millones de dólares. Para 2021 deberíamos estar hablando ya de 135.000 millones.
Transporte inteligente, seguridad pública impulsada por datos e infraestructura más energía resilientes serán las áreas que aglutinarán más gasto en términos generales.
El caso es que habrá diferencias según la región. Por ejemplo, en Estados Unidos, Japón y Europa occidental se priorizarán el tráfico y el tránsito inteligentes, pero China se decantará por la vigilancia visual fija.
Al final, Estados Unidos aportará 22.000 millones y China pondrá otros 21.000 millones de esos 80.000 millones que se prevén para 2018, siendo los dos mercados más grandes para las tecnologías de smart cities.
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