En abril IDC publicaba sus previsiones de gasto para productos de infraestructura TI vinculados a entornos de nube. Y, en cuestión de meses, ha tenido que revisarlos.
Si antes esperaba que se gastasen 52.300 millones de dólares en todo 2018 entre servidores, almacenamiento empresarial y switches Ethernet, ahora esta consultora estima que este año se alcanzarán los 57.200 millones. Esto implica que el crecimiento interanual no será del 10,9 %, sino del 21,3 %.
Esta revisión llega junto al anuncio de los ingresos conseguidos durante el primer trimestre. Han sido 12.900 millones de dólares, tras incrementarse un 45,5 % interanual.
De ellos, la infraestructura de nube pública aporta 9.000 millones y la nube privada es responsable de los otros 3.900 millones. La nube pública también es la que más crece, con una mejoría del 55,8 % respecto al primer trimestre de 2017.
Aunque los ingresos combinados de las nubes pública y privada son cuantiosos, la infraestructura de TI tradicional todavía aporta la mayoría del gasto en infraestructura de TI a nivel mundial, con una participación del 53,9 %.
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