Era una de las presentaciones de producto más esperadas de la feria IFA 2014 y ya está aquí. La nueva generación del phablet Galaxy Note, que ya va por la versión Galaxy Note 4, ha sido desvelada oficialmente por Samsung.
Otras de sus especificaciones son una e frontal de 3,7 MP, memoria RAM de 3 GB, almacenamiento interno de 32 GB ampliables hasta los 64 GB vía microSD, sistema operativo Android “KitKat“, batería de 3.220 mAh, procesador que puede llegar a los 8 núcleos, soporte para redes 4G, escáner de huellas dactilares, medidor de la frecuencia cardíaca del usuario y sensor UV.
También cabe nombrar en el lote técnico sus funcionalidades para carga rápida y ahorro de energía, la toma de notas vía S Note y, cómo no, el acompañamiento del ya famoso S Pen, que ha sido retocado.
Pero más allá del Galaxy Note 4, lo que ha llamado la atención del anuncio de Samsung es que la compañía surcoreana ha decidido introducir un segundo phablet con características bastante similares, excepto por detalles como su chip quad-core y su panel de 5,6 pulgadas, por ejemplo.
Bautizado como Galaxy Note Edge, lo que destaca por encima de todo en este gadget es, precisamente, su pantalla. Samsung ha decidido curvarla para aprovechar uno de sus extremos, desde el que los usuarios podrán acceder a alertas o aplicaciones sin interrumpir la tarea que estén realizando en ese momento o sin encender siquiera la pantalla.
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