Cómo salvar a los smartphones de una caída libre
El futuro de los smartphones pasa por el low-cost y las pantallas de gran tamaño, entre otras cosas.
En cuanto los dispositivos móviles se introdujeron en nuestras vidas, adoptaron la misión de PC-killer. Teléfonos y tabletas eran capaces de ayudar a los usuarios a completar las mismas tareas que un ordenador de sobremesa, pero con la ventaja incomparable de transportarlos de un lado a otro para una mayor flexibilidad. Era posible relacionarse con ellos sin teclado, de forma táctil, y realizar llamadas de voz y vídeo instantáneas. ¿Qué más se podía pedir? Con cada lanzamiento, estos gadgets se han vuelto más y más potentes, más y más inteligentes, más y más bonitos. Pero parece que eso ya no basta. En estos momentos los ordenadores no son los únicos dispositivos informáticos que están sufriendo los reveses del mercado. Cada año se venden menos tabletas. Y en 2016 las distribuciones de smartphones se desacelerarán de golpe.
Tanto IDC como Canalys coinciden en que este año “sólo” van a venderse 1.500 millones de smartphones en todo el mundo. Decimos sólo porque las diferencias entre los años 2014 y 2015 habían sido bastante más amplias de lo que ahora será posible lograr. El incremento interanual se limitará a 60 millones de terminales. Frente al robusto crecimiento del 10,4 % que se estableció el año pasado en el mercado smartphone, esta vez la mejoría quedará reducida casi a la mitad, hasta el 5,7 %. Los smartphones se tendrán que conformar en 2016 con experimentar un aumento de un único dígito, que es además una tendencia que los analistas prevén duradera. Con este ritmo de ventas, en 2019 no se habrá rebasado aún la barrera de los 2.000 millones de unidades.
¿Qué hay detrás de esto? La saturación es evidente. En Estados Unidos, en Europa Occidental y en China, los lugares en los que empezó y se asentó el boom de lo móvil, prácticamente todos sus habitantes tienen un smartphone ya. Y muchos usuarios no encuentran la motivación para reemplazar su terminal con la frecuencia que beneficiaría a los vendedores. De hecho, durante el Q4 de 2015 la región de Asia-Pacífico sufrió el primer descenso de su historia en envíos de teléfonos móviles. La esperanza para los smartphones radica, por tanto, en zonas emergentes como Oriente Medio y África. La India, Filipinas o Indonesia también están en el punto de mira por su alto crecimiento. “El crecimiento en 2016 provendrá de personas conscientes de su presupuesto que adoptarán smartphones por primera vez en mercados emergentes más allá de los países BRIC. [En] países como Pakistán, Bangladés, Birmania y Sri Lanka”, enumera Ishan Dutt, analista de Canalys Research en Singapur. Si luego actualizan sus terminales o no dependerá “del valor que los datos puedan proporcionar a estos consumidores”.
Roberta Cozza, director de investigación de Gartner, cree que “todavía hay una oportunidad para que los fabricantes de móviles penetren en segmentos de nivel inferior en algunas zonas geográficas” porque sus “usuarios siguen cambiándose de feature phones a smartphones“. Aunque esto no implica que se inclinen por cualquier tipo de smartphone. Las opciones asequibles son grandes aliadas. Aunque el iPhone sigue batiendo récords y en 2015 el precio medio de venta de los teléfonos iOS subió a los 713 dólares, la realidad es que Android es el sistema operativo más popular. Hasta 85 de cada 100 smartphones vendidos son Android y sólo un 14 % de ellos sobrepasa los 400 dólares. Los fabricantes tendrán que buscar la forma de ofrecer precios competitivos. En el caso concreto de Apple, debería agarrarse al “negocio de intercambio con su programa “Trade Up with Installments” fuera de Norteamérica, dice Ryan Reith, director de programa de IDC, para pisar fuerte “en áreas de alta demanda, pero con quizás menos ingresos disponibles”.
A nivel de características, una de las más solicitadas es la pantalla táctil de tamaño amplio. “Los phablets representan ahora el 20 % de todos el volumen de smartphones”, apunta Anthony Scarsella, compañero de Reith en IDC, “con la expectativa de que crezca hasta el 32 % en 2020 o los 610 millones de envíos”. Para seguir llamando la atención de los usuarios móviles, la experiencia también debe evolucionar. “En 2016 esperamos que los vendedores ofrezcan más paquetes nuevos de sensores y estándares de conectividad mejorada para apoyar el papel de los smartphones como el eje central en los escenarios del Internet de las Cosas”, comenta Gartner. Esta consultora apuesta por innovaciones en realidad virtual como los vídeos de 360 grados. También por tecnologías biométricas “que permitan la autenticación, así como experiencias de dispositivos personalizadas”. Se trata de buscar más métodos que el registro por huella digital, como el reconocimiento facial o por voz. “En el futuro”, sigue Roberta Cozza, se irá hacia soluciones capaces de detectar “las emociones humanas y, sobre esa base, desencadenar una respuesta o consejo específico para el usuario”.
“Aquellos que cuentan con las finanzas y los recursos para invertir no sólo en innovación de hardware, sino también en el desarrollo y el soporte de canales y servicios en mercados nuevos y existentes crearán el entorno adecuado para el crecimiento”, apuntan desde Canalys. Y es que, al final, “la asequibilidad y las especificaciones no lo son todo”, concuerda Cozza. “Cada vez más, la estrategia de canal y el conocimiento de la dinámica del mercado de los consumidores locales ayudarán a crear ofertas de smartphones más competitivas, dado que el mercado Android se ha comoditizado. Por otra parte, las asociaciones con desarrolladores y proveedores de contenidos locales también serán cada vez más importante en la diferenciación”. Los smartphones pueden escribir muchas páginas en la historia de la tecnología, pero están obligados a transformarse para no quedar en moda temporal o como la víctima del avance de los wearables. De aquí a tres años, los mercados maduros sólo asumirán el 20 % de los smartphones vendidos. Algo tiene que cambiar.