Desde que Disney compró Pixar, la idea que rondaba a muchos era que con el éxito creciente de Pixar y el resto de estudios de animación, Disney terminaría desapareciendo en esta faceta para centrarse con Pixar en el desarrollo de las películas en lugar de su producción propia, pero nada más lejos de la realidad como podemos ver con pelis como Frozen.
Los últimos éxitos de Disney y sus recientes compras como Marvel y LucasArts están viendo un regreso a la grandeza de antaño de la compañía, lo que por un lado es genial ya que supone disfrutar de sus creaciones, pero también un duro palo para la cultura libre y la lucha ante los monopolios, cosas que marcan la parte más oscura de la casa de Mickey Mouse.
Pero independientemente de todo esto, Disney ha conseguido con Frozen dejar atrás a películas como Toy Story 3, Shrek 2 o El Rey León. En gran medida esto ha sido posible gracias a su éxito internacionalmente, ya que fuera de EEUU ha ingresado 674 millones de dólares, y Japón ha sido el país que le ha dado el último empujón que necesitaba para lograrlo. Veremos con qué película nos sorprende el año que viene la cada vez mayor maquinaria de Disney.
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