De momento Frii está fabricado con material reciclable y a su vez lo es también. Su proceso de fabricación es muy sencillo comparado con el de las bicis normales y prácticamente se basa únicamente en el moldeo por inyección.
Las ruedas de 20 pulgadas no tienen cámara, sino que directamente la goma se inyecta sobre las llantas. Gracias a esto no hay pinchazos, pero tampoco puedes ajustar la presión y tienes que cambiar la rueda entera cuando se desgaste demasiado.
Las diferentes partes de la bici se acoplan y desacoplan sin esfuerzo y podemos mezclar colores como queramos, aunque eso permita que algunas combinaciones sean incluso perjudiciales para los ojos del que te mire de refilón.
Esta bici diseñada por Dror Peleg está pensada para fabricarse localmente sin muchos recursos y reciclando, por lo que el impacto medioambiental se minimiza y además mejora la economía local.
Su gran problema es que probablemente sus únicos clientes sean payasos de circo o gente que tenga algún tipo de parafilia con las cestas de supermercado y las cajas de bebida. [designboom]
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