Freestyle Metal X
Diversión haciendo el loco con la moto… sin jugarse la piel.
Si bien es bastante normal que nos encontremos títulos de motociclismo
como MotoGP, en lo que lo que cuenta es el acercamiento clásico
de los juegos de motor (véase, correr lo más velozmente posible para
hacer morder el polvo a nuestros contrincantes), no es tan frecuente
encontrarse con algo como Freestyle Metal X. ¿Te impresiona ver
los campeonatos de acrobacias sobre motos en las que los participantes
dan saltos imposibles y hacen todo tipo de piruetas? Si es así, este es
tu juego, y si lo que buscas es simplemente diversión y un buen montón
de horas frente a la consola, esto es también lo que te va a recetar el
doctor.
Sencillo que no fácil y divertido
Si
bien a nivel técnico, tanto en X-Box como en PS2 el juego no resulta
especialmente espectacular (los gráficos son sencillamente adecuados, el
sonido es bueno sin destacar en exceso, y el modelo de conducción no es
tan detallado o realista como cabría esperar).
En lo que si
sorprende Freestyle es en lo fácilmente que puede enganchar al
jugador, y en lo tremendamente divertido que resulta aunque ni siquiera
le interese a uno el mundo de la acrobacia sobre motos. La música hará
las delicias de los aficionados al heavy de la pasada década, e incluye
temas de grupos como MegaDeth, Twisted Sister, Motorhead y Mötley Crüe.
Muy en el estilo de juegos míticos como Tony Hawk’s Pro Skater,
todo nuestro esfuerzo durante el juego se centrará en la realización de
tremendos saltos y maniobras extremas, acompañadas de todo tipo de
contorsiones y piruetas del piloto sobre la máquina. Todo esto lo
tendremos que hacer tanto en circuitos diseñados a tal efecto, como para
conseguir retos que nos darán el dinero necesario para modificar nuestra
moto y la experiencia necesaria para mejorar las habilidades del
personaje que hayamos escogido.
Julio Canto