Francia es un país pionero en muchas cosas y ahora podría serlo también en el endurecimiento de la persecución del cibercrimen. La ministra de Justicia gala, Michèle Alliot – Marie, acaba de anunciar en unas jornadas en Lille que reforzará el papel del estado francés en la lucha contra este mal.
El número de efectivos en el país a dedicarse a la lucha contra el cibercrimen irá de los 200 investigadores actuales a 300 antes de finales de 2009 y a 214 gendames, como publica Les Echos, que también se hace eco de la ampliación de los supuestos denunciables. Más allá de sites pedófilos, los ciudadanos podrán reportar cualquier uso ilegítimo de la red.
La ministra es además meridianamente clara, como ha demostrado en su intervención en el 3e Forum international de la Cybercriminalité. Los ataques criminales a través del ciberespacio pueden ser mucho más que un intento de hacer el mal e ir más allá de los intereses individuales.
“Todos los estados pueden venir a espiar nuestros intereses estratégicos”, apunta la ministra en declaraciones que recoge el enviado especial de Silicon News Francia. “Estados europeos y de fuera de Europa nos miran atentamente”.
Alliot – Marie no se ha quedado en medias tintas a la hora de definir el cibercrimen: los ataques no sólo se dirigen a la población civil, también atacan a intereses estratégicos industriales.
“Francia no tiene porque sonrojarse por sus motivos y por su política de lucha contra la cibercriminalidad”, concede otro de los ponentes.
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