France Telecom se implica para frenar la oleda de operarios suicidas
Nicholas G., de 28 años, es el último de la larga lista de suicidas en la plantilla gala de France Telecom y la compañía quiere que sea el último. Tras largos meses de protestas por parte de los sindicatos, que acusaban a la compañía de ser la causante última de las decisiones de sus empleados de quitarse la vida, la teleco se ha reunido con los reprensentantes sindicales para intentar hallar una solución a esta trágica oleada de suicidios.
“Me suicido por culpa de mi trabajo en France Telecom”, señalaba en su carta de despido uno de los suicidas de julio repetida de forma regular por los medios de comunicación franceses, que hacen hicanpié en las acusaciones del trabajador de “sobrecarga de trabajo” y “gestión por el terror”. La teleco siempre ha puntualizado que los suicidios de sus empleados eran decisiones personales, tristes pero personales.
Veinte muertos y veintiocho intentos de suicidio han llevado finalmente a la compañía a sentarse a negociar. El director de Recursos Humanos de la casa, Olivier Barberot, se ha reunido con los delegados de seis organizaciones sindicales.
“El análisis en conjunto de las circunstancia de los dramas individuales ocurridos durante este verano demuestra que la alta implicación y el apoyo de los jefes locales de los asalariados que han atentado contra su vida no ha desgraciadamente evitado un final trágico”, explica la compañía en un comunicado.
La firma se ha comprometido, teniendo en cuenta la situación, a negociar el papel del estrés dentro del convenio colectivo, a reforzar los equipos médicos en el lugar de trabajo, a ampliar los equipos de RRHH “de proximidad” y a reafirmar la posibilidad de negociaciones locales sobre medidas concretas. En resumen, los trabajadores podrán negociar de forma directa con su sección sin acudir a París en un entorno con más presencia médica.
Además, Barberot se compromete a una mayor y mejor comunicación interna y una pedagogía sobre los riesgos del trabajo.