Ni los cambios en la dirección ni los planes de choque: France Telecom sigue sin ser capaz de poner fin a la oleada de suicidios que merma la plantilla de la compañía.
Un operario de la asistencia técnica de Lille, de 44 años y padre de 3 hijos, se ha suicidado en su domicilio y ha elevado así el número de fallecidos en lo que va de año a una decena, tal y como apuntan los sindicatos y como recoge la prensa gala.
La muerte de este empleado no es el único problema al que se podría enfrentar la teleco: Inspección de Trabajo podría acusar a la compañía de modo formal de homicidio involuntario.
El inspector encargado de investigar uno de los suicidios registrados el pasado mes de agosto ha recomendado que se acuse a la firma de homicidio involuntario, según informa Le Parisien.
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