Según publican en Digitimes, el fabricante de tecnología Foxconn ha acudido a los tribunales chinos para presentar demandas contra algunos de sus directivos y empleados.
La primera de ellas implica a un vicepresidente senior que trabajaba en sus fábricas de de la localidad china Shenzhen, al que acusan de haber robado 5.700 muestras del iPhone 5 y el iPhone 5S entre julio de 2013 y diciembre de 2014.
La demanda señala que ese ejecutivo vendió las citadas muestras de los móviles a tiendas chinas, logrando unos beneficios equivalentes a cerca de 1,57 millones de dólares.
Las muestras que empleó el acusado debían ser destruidas después de las pruebas y estaba totalmente prohibido lanzarlas al mercado, lo que implica que de demostrarse su conducta delictiva, podría terminar en prisión.
Por otra parte, la filial de Foxconn conocida como Innolux, tiene previsto presentar 48 demandas contra exempleados que fueron contratados por Caihong Photoelectric, ya que considera que esos trabajadores pudieron filtrar información confidencial sobre tecnologías clave de Innolux.
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