Habría que comenzar explicando que el resultado de esta singular ocurrencia es obra de un artista, Jesse England, con lo que quizá podríamos atribuir a su capacidad de inventiva tan alambicado plan para disponer en papel de la versión fotocopiada de un libro electrónico.
Obra que, obviamente, puede adquirirse en edición de papel, puesto que se trata del clásico “1984” de George Orwell.
La labor, es justo reconocerlo, ha sido ardua puesto que England ha necesitado el tiempo y la paciencia para ir pasando página a página la obra en su Kindle y, a continuación, fotocopiar el propio dispositivo mostrando la página correspondiente, después pasa a la siguiente página, vuelta a fotocopiar… y así sucesivamente.
Una vez concluido el libro las páginas han terminado encuadernadas en tapa dura y retituladas como “La copia de seguridad de Jesse England de la versión electrónica de 1984 de George Orwell”.
No sabemos lo que habría pensado George Orwell de esta evolución en cuanto al formato en el que su obra termina almacenada para consumo de, al menos, lectores fuera de lo común, pero no acaba aquí la complicación del proyecto de England.
Y es que, por rizar el rizo, no se le ocurrió mejor cosa que proceder a digitalizar el resultado (es decir las fotocopias de la pantalla del Kindle) y generar una versión electrónica del libro, como muestra la imagen que os mostramos sobre estas líneas.
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