El Foro de Davos quiere que la inteligencia artificial no deje a nadie atrás

Un año más, el Foro Económico Mundial se ha reunido en la localidad suiza de Davos. Los principales líderes del planeta están debatiendo los problemas más acuciantes que afronta el mundo y tratan de encontrar soluciones, enfocándose especialmente en la sostenibilidad ambiental y social.

Entre los retos que están analizando este año se cuela la tecnología, con un protagonista indiscutible: la inteligencia artificial.

Conscientes de la importancia que ya tiene en la sociedad y en la economía esta tecnología, el Foro Económico Mundial ha puesto en marcha la AI Governance Alliance, “que une a líderes de la industria, gobiernos, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil para defender el diseño global responsable y la publicación de sistemas de inteligencia artificial transparentes e inclusivos”, según detalla en su web.

“Juntos, estamos dando forma al futuro de la gobernanza de la inteligencia artificial, fomentando la innovación y garantizando que se aproveche el potencial de la inteligencia artificial para mejorar la sociedad, manteniendo al mismo tiempo consideraciones éticas y la inclusión en cada paso”, añade.

Este grupo cree que el desarrollo de esta tecnología puede ocasionar una nueva brecha, por lo que insiste en que se debe garantizar un acceso inclusivo a ella. “La inteligencia artificial tiene el potencial de abordar los desafíos globales, pero también plantea riesgos de ampliar las divisiones digitales existentes o crear otras nuevas”, especifica.

“A medida que la inteligencia artificial evoluciona a un ritmo rápido y las naciones desarrolladas compiten para capitalizar la innovación de esta tecnología, la urgencia de abordar la brecha digital es fundamental para garantizar que miles de millones de personas en los países en desarrollo no se queden atrás”, agrega.

Así pues, la alianza está contando con la colaboración de expertos de varios sectores que aborden varias áreas clave. Esto incluye mejorar la calidad de los datos y la disponibilidad en todas las naciones, aumentar el acceso a los recursos computacionales y adaptar los modelos básicos para satisfacer las necesidades y desafíos locales.

También está haciendo hincapié en la educación y el desarrollo de la experiencia local para crear y desarrollar los ecosistemas locales de inteligencia artificial de manera efectiva.

Este trabajo ha cristalizado en tres documentos con recomendaciones para la construcción de sistemas y tecnologías seguras, garantizando una aplicación y transformación responsable, y para el avance en la gobernanza y en la creación de una regulación resiliente.

El primero de estos trabajos se enfoca en el desarrollo de modelos de inteligencia artificial generativa seguros. El segundo se detiene en la utilización responsable de esta tecnología, equilibrando los beneficios con el impacto potencial en la fuerza laboral y las implicaciones posteriores. Y el último se centra en la gobernanza de la inteligencia artificial generativa, insistiendo en la necesidad de la cooperación internacional para prevenir la fragmentación.

Hay que recordar que la Unión Europea está siendo punta de lanza a la hora de abordar los desafíos que supone el auge de esta tecnología, alumbrando la primera ley del mundo que regula el desarrollo de la inteligencia artificial para evitar posibles malas praxis que puedan afectar a la libertad individual de los ciudadanos, tal y como contábamos.