“Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”, es una frase dela película Knock on any door de Nicholas Ray que muchos atribuyen a James Dean, quien falleció en su treintena temprana a causa de un accidente de coche. En el mundo de las apps móviles, si hablamos de éxito y de juventud, no podemos dejar de aplicar esa cita a Flappy Bird.
Su creador, el vietnamita Dong Nguyen, decidió retirar el juego de las tiendas de aplicaciones porque el éxito de su pequeño Frankenstein le estaba desbordando. Descargas, dinero, prensa, pérdida del anonimato, demandas…. Pasar del anonimato a este entramado en cuestión de días no es fácil y más si eres un modesto desarrollador. Nadie se lo esperaba, ni siquiera él mismo. El programador asiático había lanzado Flappy Bird seis meses antes y de, repente, por una simple mención en Internet, la app acabó convirtiéndose en viral.
La cosa empeoró cuando el vietnamita anunció que iba a suprimir la app. La gente corrió a descargar el juego y algunos incluso quisieron hacer negocio en eBay vendiendo sus smartphones con el título instalado en ellos.
“No puedo volver a mi vida anterior, pero estoy bien ahora”, confiesa en una entrevista concedida a Rolling Stone Nguyen, quien escogió bajarse de todo este torrente de éxito para asegurar su propio bienestar mental y emocional. Pese a haber eliminado el juego de Google Play y la App Store, su pájaro sigue muy vivo.
Un reciente estudio ha asegurado que cada 24 minutos surge un clon de Flappy Bird en las tiendas de aplicaciones. Algunos de estos títulos inspirados por la creación de Nguyen se sitúan en los puestos más altos de los Top Gratis de los almacenes de Apple y Google. Incluso ha aparecido una campaña de crowdfunding para crear un controlador de todos estos títulos cuya forma es la de un peluche.
Remontando el vuelo
Todo esto ha hecho que el desarrollador se replantee resucitar a su personaje. “Estoy pensando en ello”, confiesa al magazine. Aunque reconoce que cualquiera puede “clonar la aplicación debido a su simplicidad”, también asegura que “nunca podrán hacer otro Flappy Bird”. El joven, de 28 años de edad también revela que ha recibido jugosas ofertas para vender los derechos de su título.
Actualmente, el desarrollador sigue ingresando decenas de miles de millones de dólares. Ya no por Flappy Bird, sino por sus otros títulos Shuriken Block y Super Ball Juggling, que también obtuvieron miles de descargas por asociación cuando se supo de la retirada del software del pájaro volador. Esto le ha permitido pensar en dejar la modesta casa de sus padres y plantearse comprar un apartamento propio y un Mini Cooper. Nguyen también ha conseguido un colchón financiero suficiente como para poder dejar su trabajo y volver a diseñar juegos. Entre ellos, el de un gato que corre sin parar llamado Jetpack y otro título de ajedrez denominado Checkonaut.
¿Cuál será el siguiente paso de Nguyen? A buen seguro, el vietnamita hará más títulos casuales y sencillos. Ese fue el mantra que siguió cuando creó Flappy Bird. Reconoce que quería hacer un juego que se pudiera jugar con una mano en el Metro y que se pudiera manejar de forma tan simple como un solo toque en cualquier lugar de la pantalla.
Los mensajes RCS ofrecen muchas más posibilidades que los SMS, pero también abren la puerta…
Acompañará a las empresas en sus procesos de equipamiento, desde la elección del hardware hasta…
Juntos, trabajarán en la formación y la actualización de habilidades para que los consejeros impulsen…
Este dispositivo incluye entre sus especificaciones procesador Intel Core Ultra (Serie 2) y botón Copilot.
Ya cuenta en su poder con más del 90 % de las acciones del proveedor…
Los actuales consejeros delegados, Raphael Erb y Melissa Mulholland, se convertirán en co-CEOs de la…