Fitbit adquiere la startup europea de smartwatches Vector
Se desconoce la cifra que Fitbit ha desembolsado por el equipo y la plataforma de software del fabricante de relojes inteligentes.
Los últimos meses están siendo bastante agitados para Fitbit, que ha visto cómo caía su cotización en bolsa, perdiendo hasta un 75% de su valor, aunque el final de 2016 le trajo un pequeño remonte. A esto se le suma la batalla legal entre la compañía y uno de sus oponentes en el negocio, Jawbone, actualmente más calmado tras la retirada de una demanda por parte del gigante de los wearables.
En todo este tiempo Fitbit no ha dejado de hacer inversiones con las que busca consolidar su papel como líder en el mercado de estos dispositivos. En diciembre del pasado año anunciaba la compra de Pebble, una de sus rivales en el sector, de la que adquiría su “personal clave y la propiedad intelectual”. Ahora repite la jugada con una compra en el negocio de los smartwatches. Fitbit se ha hecho con el equipo y la plataforma de software de la startup europea Vector, una empresa fundada en 2015.
Es la propia startup la que ha anunciado el acuerdo mediante un comunicado en su web, definiéndolo como un “importante hito” en su trayectoria. Vector, que tiene sus cuarteles generales en Londres y su centro de desarrollo en Rumanía, ha aclarado que continuará dando soporte a los usuarios que ya tengan uno de sus dispositivos, pero no habrá nuevas actualizaciones, ni en hardware ni en software, bajo la marca.
Desde su creación, Vector ha gozado de cierto reconocimiento, gracias a funcionalidades como la batería de 30 días de sus dispositivos. Sin embargo, el de los smartwatches es un mercado poco firme, que ha experimentado una importante caída en las ventas en los últimos meses. El acuerdo con Fitbit garantiza la apertura de un nuevo horizonte para la startup, más allá de los vaivenes de su sector.
Esta operación llega un mes después de la adquisición de Pebble, la compañía que más ha recaudado en la historia de Kickstarter, con el fin de hacerse con su personal clave y propiedad intelectual. Su cuantía habría rondado los 40 millones de dólares.