Fingir una actualización del dispositivo para evitar videollamadas, la trampa a la que recurren algunos empleados
Un 15 % de los trabajadores españoles confiesa haber recurrido a esta práctica. Otro 24 % ha instalado actualizaciones para perder tiempo de forma intencionada.
Las reuniones no se han terminado con la implantación del teletrabajo. De hecho, en muchos casos se han intensificado con ayuda de las herramientas de videoconferencia.
Pero la puesta en común continua con otros compañeros puede saturar a los empleados, que dicen llegar cansados al final de la jornada laboral. Algunos incluso idean trucos para evitar las videollamadas. De acuerdo con una investigación de Kaspersky, el 15 % de los empleados españoles ha fingido que sus dispositivos de trabajo no estaban disponibles por una actualización para no tener que conectarse.
“Es sencillo que los compañeros se lo crean”, explican desde Kaspersky, “ya que es algo habitual que les puede haber ocurrido a ellos mismos”.
Otros ven en la actualización de software una oportunidad ideal para procrastinar. El 24 % de los encuestados en España admite haber instalado actualizaciones para perder tiempo. Es decir, lo han hecho de forma deliberada.
Pero estos casos son los menos. A la mayoría les molesta tener que interrumpir sus tareas. El 62 % prefiere que las actualizaciones se realicen fuera del horario laboral para que no afecten a su productividad.
“Normalmente, las actualizaciones se descargan durante el horario laboral en modo silencioso y no afectan a la actividad”, comenta Egor Kharchenko, gerente del Grupo de Servicios y Activos de TI en Kaspersky. “Sin embargo, para aplicarlas al sistema, es necesario reiniciar”.
“Por supuesto, algunos asuntos son inaplazables, así que normalmente el usuario puede reiniciar en un plazo determinado”, indica. “Algunas personas no reciben estas notificaciones o no quieren hacerlo. Por lo tanto, el reinicio requerido puede ocurrir en el momento más inoportuno”, señala, “justo antes de una llamada importante o cuando están escribiendo un largo correo electrónico”.
Para que las actualizaciones no se conviertan en un problema, Kaspersky recomienda planificarlas para que coincidan con el final de la jornada laboral y usar tecnología wake-on-LAN para la descargas. También aconseja dividir a la plantilla en varios grupos e ir actualizando sus sistemas de uno en no, de modo que sea posible ofrecer soporte si algo sale mal.