El fin de la tele analógica

“Había mucho miedo porque es el proyecto más complejo de cambio tecnológico en (la historia de) España”, explicaba el secretario de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, Francisco Ros, en la comida con empresarios que cerró el XII encuentro del Sector TIC.

La televisión digital terrestre daba miedo: si algo salía mal en el cambio desde la señal analógica hacia la señal digital televisiva el país vería como uno de los electrodomésticos favoritos de los españoles se quedaba a oscuras.

El camino hacia el apagón se inició hace poco menos de dos años. El 23 de julio de 2008 Soria se convertía en la primera provincia en apagar la televisión de toda la vida. La primera localidad había sido, en abril, A Fonsagrada, un municipio de las montañas lucenses de difícil orografía que había vivido sin televisión analógica hasta 1981.”¡Qué buen invento!”, exclamaba un fonsagradés tras el cambio a lo digital, tal y como recogía en su momento la prensa.

Soria y A Fonsagrada fueron las primeras de una larga lista. Escalonadamente le siguieron otras provincias y localidades españolas: Pontevedra, Santa Cruz de Tenerife, León, Salamanca, Lugo y Oviedo serán las últimas en apagar las emisiones tradicionales y dar el salto al nuevo soporte. Por si alguien aún tiene dudas, autobuses, informadores y la red continuarán dando soporte hasta el último momento. Por ejemplo, este fin de semana un autobús informativo explicará a los habitantes de Lugo qué es la TDT.

Para lograr esta transición se han realizado 3.000 reuniones entre los actores implicados, se han repartido 10 millones de folletos, se han antenizado 1.250.000 edificios en todo el país y se han  distribuido 30 millones de receptores, unas cifras de vértigo. En total más de un millar de empresas han trabajado en el cambio a la TDT. Según señalaba Francisco Ros, 30 países han adoptado el modelo de redes españolas en su transición a la televisión digital.


Y mientras a ocho de marzo, aún uno de cada diez hogares de España seguía viendo la televisión analógica, en la última semana de marzo el tanto por ciento está previsto que baje de las dos cifras.

La recta final para el apagón está por tanto lista. La cuota de pantalla de la TDT está ya en el 67,4%, según datos de Sofres (lo cual no implica, por otra parte, que el 30% sea analógico: hay un importante número de ciudadanos que reciben la señal televisiva mediante otros formatos, como el cable). El 97% de la población, aún así, TDT si quisiera porque esa es la cobertura del territorio de Abertis Telecom.

El apagón analógico no sólo cambiará la calidad de la imagen y el sonido, mucho mejores en el caso de la digital, sino que además permitirá un cambio en el modelo de negocio de la televisiones. Al digitalizar la señal, la onda puede transmitir información sobre un mayor número de canales, lo que permite ampliar la oferta que reciben los usuarios.

Las televisiones han visto como se multiplicaban las vías por las que podían dirigirse a sus telespectadores. La televisión pública ha pasado de ser La 1 y La 2 a llevar también Clan TVE, Teledeporte y 24 Horas. Y así sucesivamente. De hecho, si hace unos años las emisoras se desentendían de la TDT, ahora lanzan allí algunos de sus estrenos. Antena3, por ejemplo, ha lanzado en Neox Glee, una de las series juveniles de más éxito en Estados Unidos.

La TDT se convierte así en el primer éxito en el apagado analógico. La radio digital fue un fiasco, pero la televisión digital va camino de convertirse en un éxito. ¿Será el principio de un largo camino de apagados?