Facebook at Work: ¿están las empresas preparadas?

Facebook quiere conquistar la oficina convirtiéndose en la herramienta de comunicación interna por excelencia.

Facebook quiere convertirse en una herramienta que ayude a la productividad de las empresas. Superado el shock de la contradicción que parece encerrar ese enunciado, toca buscar la lógica de Facebook at Work, que esta semana empezó a llegar a algunas empresas. Por un lado, la mayoría de los usuarios sí utilizan Facebook en el trabajo, aunque sea de forma clandestina y atentos a si pasa el jefe por detrás. Por otro, la red social sabe que está capada en muchas empresas, por lo que pierde ocho horas diarias de usuarios que no lo usan mientras trabajan. ¿Cuántas pérdidas supone eso?

La idea de Facebook at Work es sencilla: crear una herramienta paralela para las empresas, un Facebook en el que solo te puedes comunicar con tus colegas. El funcionamiento, por lo demás, es similar: te creas tu perfil, tienes el feed de noticias, puedes compartir noticias y vídeos, chatear, etc. El  color es distinto al clásico azul de Facebook, de forma que los jefes puedan reconocer si estás en tu Facebook personal o no.

Como muchas otras apps de productividad que hay ya por el mercado, Facebook at Work quiere ofrecer una herramienta alternativa de comunicación interna que no se base en el correo electrónico. A su favor, el hecho de ser la red social más popular del mundo, que hará que muchas empresas se lancen a probarlo. Gracias a su algoritmo, además, los usuarios no verán el feed de noticias lleno de cosas que no les interesan: verán las actualizaciones de los colegas con los que más intertactúan y las que han sido más compartidas.

En un principio van a por compañías grandes en las que la comunicación interna y saber quién es quién puede ser todo un reto, ayudándolas a recuperar ese espíritu de cohesión que tienen las startups. En el futuro, no obstante, posiblemente esté disponibles para cualquier empresa que vea que puede sacar algo positivo de la experiencia.

¿Superarán la desconfianza en temas de privacidad?

El gran problema con el que se podría encontrar Facebook at Work es el de la mala reputación de la red social en temas de privacidad y seguridad. En el aspecto personal, los usuarios están dispuestos a hacer la vista gorda y aceptar que sus datos acaben en manos de anunciantes, pero cuando hablamos de información empresarial que puede ser confidencial, ¿cómo fiarse de Facebook?

En cuanto a la privacidad de los propios empleados, Facebook at Work deja ya claro que no existe: la herramienta no tiene, al menos de momento, controles de privacidad para seleccionar quién quieres que vea determinada actualización, y en principio los gestores de la empresa podrían acceder a los mensajes de sus empleados. Es decir, un escenario en el que dos trabajadores se ponen a usar el chat de Facebook at Work para hablar de cosas personales no se podría dar.

Si las empresas finalmente caen rendidas ante Facebook at Work, la red social lograría sumar un número importante de horas de millones de usuarios, algo que sin duda podría ser muy valioso. En principio, esta versión profesional de Facebook no incluirá publicidad, pero nada impide a la red social utilizar toda esa información extra sobre sus usuarios (porque no es necesario tener Facebook personal para estar en Facebook at Work, pero seguro que la firma de Zuckerberg insiste en que quien tenga dos perfiles deje claro que es la misma persona).

En definitiva, si funciona, ayudaría a Facebook a aumentar sus ingresos publicitarios de forma importante, al saber también qué es lo que hacemos exactamente cuando estamos siendo productivos y no viendo vídeos de gatitos.