Imagen: Shutterstock (Autor: halimqd)
Si los acuerdos de compra de la aplicación vintage para fotografía Instagram y del programa de mensajería instantánea WhatsApp ya habían sorprendido a todos, cuando no parecía posible, Facebook lo ha vuelto a hacer.
Los apasionados de los juegos reconocerán el nombre al instante, ya que Oculus es una firma especializada en tecnología de realidad virtual que ya saltó a los titulares de medio mundo por haber desarrollado un potente casco inteligente.
Éste, bautizado directamente como Oculus Rift, permite una experiencia de usuario inmersiva y, por lo tanto, también más realista que otras propuestas actuales.
Ahora este potencial pasará a manos de Facebook, aunque sus responsables ya han adelantado que el proyecto Oculus Rift seguirá adelante a pesar de la absorción.
La intención de Facebook a la hora de aprovechar los activos de Oculus sería otra más amplia, ir desde los juegos “a nuevos mercados verticales, incluyendo comunicaciones, medios y entretenimiento, educación y otras áreas”, según señala el comunicado oficial.
“Oculus da la oportunidad de crear la plataforma más social del mundo y cambiar nuestra forma de trabajar, jugar y comunicarnos“, ha añadido Zuckerberg.
Cumplir con sus pretensiones le valdrá a Facebook 2.000 millones de dólares, de los que la mayoría o 1.600 millones serán pagados en acciones, con posibilidad de subir a 300 millones más.
Girará en torno a tres temáticas: desinformación, contrainteligencia y credenciales expuestas.
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