Las compañías intentan sobrevivir a la crisis económica evolucionando hacia una “Organización PAYG”. José Javier Pérez, Country Manager de Brocade para España, nos ofrece su visión sobre esta incipiente tendencia.
La tendencia de fijo a flexible y de propiedad a alquiler no es nueva. Sin embargo, durante los años 80, 90 y principios de la primera década de 2000 esta tendencia se ha visto atenuada por el valor de la propiedad y el deseo de control directo. Hoy en día, la propiedad ya no es tan demandada. Hoy todo gira en torno al control del gasto y la contratación flexible. Las empresas deben mantener una gestión financiera que permita crecimientos y disminuciones de la inversión y del gasto casi inmediatos para responder a los cambios repentinos que se suceden en el entorno económico en su conjunto. Como resultado de esto, la tendencia se ha acelerado, anunciando la llegada del concepto de empresa “Pay As You Grow” (PAYG).
El modelo PAYG en el sector empresarial consiste en minimizar los costes de capital controlando los costes operativos: se trata de aumentar la agilidad y la flexibilidad del negocio y al mismo tiempo reducir la exposición a la depreciación. Las empresas optan cada vez más por alquilar en lugar de comprar un espacio comercial, motivadas por las fluctuaciones en los costes de la propiedad y por el aumento de trabajadores “freelances” o autónomos frente a trabajadores “estables” en Europa en los últimos años1. Las empresas ya no necesitan poseer edificios, vehículos, muebles o empleados propios. Pero esta nueva demanda relacionada con la adquisición, el acceso y la obtención de recursos es diferente al tradicional contrato de arrendamiento del pasado, que impactó sobre todo en la propiedad comercial, el empleo y el equipamiento de la oficina.
La tendencia va mucho más allá de los típicos acuerdos de arrendamiento de fotocopiadoras, impresoras, ordenadores portátiles y PCs que hoy son familiares para la mayoría; es en los operativos de TI –la red, los servidores, el centro de datos–donde la revolución del PAYG tendrá un mayor impacto. Y es que podría revolucionar de manera significativa nuestra forma de trabajar, e incluso nuestras vidas.
Por supuesto, éstas afirmaciones ya son conocidas. Pero hay tres elementos que están impulsando el avance de la empresa PAYG, además de la situación económica.
En primer lugar, podemos citar la movilidad, en la que basamos nuestra forma de vida hoy en día. Los dispositivos de consumo se están convirtiendo, y en muchos mercados ya lo son, en los principales medios de comunicación y acceso a plataformas y aplicaciones comerciales. Puede que al principio fuera impulsada por la comercialización de las tecnologías de consumo, pero los beneficios del trabajo a distancia –el hecho de que los trabajadores remotos no requieren espacio de oficina, sillas, mesas, líneas de teléfono fijas, etc. – se reconocen como un factor importante en la generación de beneficios que aporta al cliente un servicio mejor y más rápido, y aseguran que el negocio siga siendo competitivo. Esto tiene enormes implicaciones para la red y el centro de datos, donde tradicionalmente se ubicaban los datos, la información y el conocimiento de una organización juntos, en un solo lugar, en servidores propios de la empresa, de forma segura y gestionados por los empleados de la propia compañía. Ahora, los datos y la información comercialmente sensible pueden residir en casi cualquier lugar gracias a la movilidad de los trabajadores. Al mismo tiempo, es fundamental garantizar que éstos puedan conectarse a los servidores de la empresa mediante conexiones inalámbricas, en lugar de tener que recurrir a dispositivos con cable. Se requiere un grado de flexibilidad y fiabilidad que carecen la mayoría de las infraestructuras de TI tradicionales.
Éste ha sido uno de los impulsores del segundo cambio: el avance de la nube. Hay mucho ruido y sensacionalismo en torno a la nube y existen muchas definiciones, pero, en pocas palabras, la nube proporciona una infraestructura de TI flexible, que puede ser en propiedad u ofrecida por terceros. La nube también sustenta una de las mayores tendencias de TI en estos momentos: la adopción del Software as a Service (SaaS). En agosto de 2011, IDC publicó que en 2015 los ingresos de SaaS crecerán hasta alcanzar los 53.600 millones de dólares, superando a los productos tradicionales de software hasta aproximarse a casi un dólar por cada seis gastados en software2. Este aumento no debería sorprendernos, ya que SaaS es una verdadera solución PAYG, y una atractiva alternativa a soluciones tradicionales de compra que conllevan un mantenimiento, una instalación y la gestión de varias licencias y discos físicos. Porque, ¿Quién no quiere reducir y rentabilizar al máximo su coste total de propiedad, tener unos gastos previsibles, acceder en cualquier momento a las versiones más actualizadas, y poder aumentar o disminuir su uso cuando sea necesario?
Al mismo tiempo, el coste de la infraestructura física –las redes que transportan los datos, y permiten el acceso a las aplicaciones– se ha vuelto insostenible para algunos (en particular para las pequeñas y medianas empresas). Soluciones tales como Ethernet Fabrics, la virtualización y la nube ofrecen una forma de utilizar los activos de TI ya existentes con mucha mayor eficacia, pero las arquitecturas de red tradicionales no pueden soportar tales enfoques. Así pues, las empresas se enfrentan a dos opciones: ser menos competitivas, con menos capacidad de reacción, y menos proactivas, o reducir la inversión en desarrollo de negocio para aumentarla en TI.
El dilema generado por esta situación ha llevado al tercer cambio, el cambio en la adquisición de los activos operativos de TI. Ahora, incluso las tecnologías de redes están disponibles sobre una base PAYG. Las empresas están empezando a demandar alternativas PAYG que les permitan adquirir las tecnologías de red que deseen, como Ethernet fabric, para crear la infraestructura de red flexible que necesitan, y la respuesta a las innovaciones de contratación (tales como el modelo de contratación Brocade’s Network Subscription o BNS) refleja esta tendencia. BNS no es una opción de arrendamiento, y no tiene un plazo fijo –simplemente permite a las empresas adquirir la infraestructura que necesitan para su centro de datos según el modelo PAYG.
“La incertidumbre” está afectando a las estrategias empresariales y las contrataciones. A pesar de la gran cantidad de información y la variedad de indicadores económicos disponibles, los retos actuales de los mercados mundiales y el impacto regional y local en términos de tipos de interés, inflación, confianza del consumidor y empleo, han teñido nuestros días de incertidumbre. La gestión del riesgo siempre se ha realizado tomando en consideración las fluctuaciones financieras, pero para los ejecutivos que hoy están al frente de multinacionales con decenas de miles de empleados, o de una empresa local con menos de diez trabajadores, este problema afecta a cada decisión que toman. Convertirse en una “Empresa PAYG”, poder renunciar a la propiedad del espacio de oficina, de ordenadores portátiles, personal y redes, ofrece un grado de flexibilidad y fluidez verdaderamente revolucionario que les permite reaccionar a la incertidumbre de una manera controlada, planificada y gestionable.
Esto significa que los activos físicos siguen siendo críticos, y que la forma en la que se adquieren está experimentando un cambio que va a tener consecuencias mucho más allá del centro de datos, la oficina o el lugar de trabajo tal y como lo conocemos hoy en día.
1. Revisión trimestral sobre Situación Social y Empleo en la UE, junio 2011.
2. IDC, Worldwide Software as a Service 2011-2015 Forecast and 2010 Vendor Shares, agosto de 2011.