Cada año los fabricantes de dispositivos móviles casi duplican la capacidad del almacenamiento de sus dispositivos. De hecho hay smartphones de gama alta que ahora ofrecen más memoria interna (256 GB) que algunos portátiles. Y es que la capacidad de los dispositivos móviles ha ido mejorando conforme el teléfono móvil se ha convertido en el principal dispositivo de acceso para los consumidores de todo el mundo.
La necesidad de un mayor rendimiento en el almacenamiento de los smartphones ya fue tendencia en 2016. En este sentido, la posibilidad de disponer de capacidades más altas y de mayor velocidad de lectura y de transferencia mediante las tarjetas de memorias en sus smartphones y dispositivos de almacenamiento móvil ha contribuido a que los usuarios aumenten la captura y acceso a sus recuerdos plasmados en fotografías y vídeos. La aparición de la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR), la fotografía 3D y el vídeo en 4K Ultra High Definition (UHD) también han cambiado la forma en la que se consumen los contenidos de los smartphones, que requieren procesadores y memoria que funcionen a velocidades mucho más rápidas. Se espera que el tráfico de Internet se triplique en los próximos cinco años(1). Las descargas requerirán redes más rápidas y dispositivos de última generación para almacenar y acceder al contenido localmente. Por ejemplo, la descarga de la película UHD (Ultra High Definition) podría ocupar hasta 80 GB de capacidad de almacenamiento.
Para 2017, algunas de las tendencias móviles más relevantes son: un estándar de 5G más rápido, capacidades de almacenamiento para smartphones aún mayores más grandes y almacenamiento edge-to-cloud de última generación.
Desde hace ya bastante tiempo, la industria móvil ha descrito el 5G como el próximo estándar de telecomunicaciones. Además de proporcionar velocidades de conexión a Internet más rápidas y rendimientos mejorados, la tecnología 5G ofrece una mayor capacidad que las redes 4G actuales, lo que permite más usuarios de banda ancha móvil por área y un consumo de datos prácticamente ilimitado. Los usuarios podrán transmitir contenidos en alta definición muchas más horas al día con sus dispositivos móviles y, si los puntos de acceso a Wi-Fio están fuera del alcance, el 5G ofrecerá un mejor soporte comunicativo de un dispositivo a otro, menor latencia y consumo de batería que las plataformas 4G.
Aunque los smartphones son los dispositivos conectados que más utilizamos, en lo que se refiere a 5G la realidad es que nos conectamos más desde “otros” dispositivos Internet con sensores. El 5G irá mucho más allá de los teléfonos inteligentes y de los dispositivos informáticos integrados en objetos cotidianos que les permiten capturar, enviar y recibir datos. Se espera que los ingresos del mercado tecnológico del Internet de Cosas (IoT) crezcan de más de 130.000 a más de 883.000 con una tasa anual compuesta de crecimiento (CAGR )de 32.4% entre 2016 y 2022. Es un mercado que abarcará hardware, plataformas, soluciones de software y servicios que creará una serie de productos derivados del 5G con capacidades de almacenamiento mejoradas (2).
La potencia de los smartphones sigue mejorando a medida que los procesadores de aplicaciones aprovechan los avances en microarquitectura y procesos tecnológicos. El almacenamiento sigue la misma línea. En la actualidad ya hay smartphones con 256 GB de almacenamiento interno (puede ampliarse a 512 GB a través de una combinación de almacenamiento interno y microSD). Se trata de una gran capacidad de almacenamiento que hace unos años podría habers considerado excesiva e innecesaria. Sin embargo, los consumidores de hoy no esperan tener que eliminar contenido de aplicaciones, imágenes, videos, documentos o juegos. Si a esto le añadimos los archivos de realidad virtual, el espacio necesario para ejecutar ese tipo de contenido en los smartphones será aún más sorprendente. Por lo tanto, una memoria cada vez más amplia es necesaria tanto para el almacenamiento a escala como para la potencia de procesamiento.
Hoy en día estamos asistiendo a una miniaturización del almacenamiento. Por ejemplo, las tarjetas microSD de 256GB de Western Digital son tan pequeñas como la uña del dedo pulgar, extremadamente eficientes en energía, esenciales para dispositivos móviles y con un espacio físico limitado como cámaras, dispositivos portátiles y, por supuesto, smartphones. La industria no está lejos de tener capacidades de almacenamiento de 1TB en smartphones y saben que los consumidores no solo quieren, sino que ya empiezan a demandar, capacidades de terabytes en sus dispositivos móviles.
En muchos dispositivos móviles, como los drones, los smartphones o los coches autónomos, la inteligencia artificial se construye en torno a la visión del ordenador y a una serie de sensores, porque la prioridad generalmente se centra generalmente en imágenes de muy alta calidad, poniendo un mayor énfasis en la diferenciación de la cámara. Muchos consumidores asumen que todos estos datos asociados con la inteligencia artificial simplemente irán a la nube, lo que es incorrecto, ya que el nuevo modelo IoT es mucho más complejo.
Por un lado, la nube es elástica, ubicua y tiene herramientas analíticas que pueden ayudar a descubrir secretos ocultos en la información recogida. Por otro lado, los análisis en tiempo real no se pueden realizar con los datos que hay en la nube debido a las limitaciones del actual ancho de banda y a la ingente cantidad de datos almacenados. En el momento en que los datos entran en la nube, pasan a ser históricos, eliminando así las respuestas oportunas asociadas con la información en tiempo real.
Dado que hay muchas situaciones que requieren respuestas instantáneas, existe la urgencia de que los análisis en tiempo real se ejecuten cerca del “extremo de la nube” (edge-to-cloud) en forma de gateways o sistemas agregados. Cuando esto ocurra, los dispositivos móviles han de estar equipados para analizar y responder en tiempo real a una gran variedad de alertas. A medida que se mejoren las herramientas de inteligencia de datos y reconocimiento de patrones en todas las áreas de IoT, se realizará una comprensión más profunda del valor inherente en los datos recogidos, ya sea en la nube o en el “extremo”.
Por lo tanto, gran parte de los datos y de la informática ocurrirán en el “extremo”, en lugar de en la nube. Habrá algún intercambio de datos que se trasladará a la nube en forma de aprendizaje automático o inteligencia artificial. Sin embargo, en este escenario, el almacenamiento “edge” y los modelos de cálculo de “edge” complementarán la nube mediante la recopilación de datos y la toma de decisiones locales basada en algoritmos en el dispositivo móvil, de forma que la nube puede emplearse para aprender. Como resultado final, los algoritmos se transmiten a los dispositivos que se encuentran en el “extremo” ” para las decisiones locales, lo que permite a los usuarios móviles aprender qué es lo que están haciendo bien y lo que no, requiriendo más almacenamiento en el “borde” de la nube.
1 White paper Cisco® Visual Networking Index™ (Cisco VNI™) Forecast and Methodology 2015 – 2020, Cisco Systems, junio de 2016, Documento #1465272001663118
2 Previsiones sobre el Mercado del Internet de las Cosas por soluciones de hardware, plataformas Software, y servicios para 2022, Markets and Markets, septiembre de 2016
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