SOA, un reto desde el punto de vista de la calidad del software

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Los entornos basados en Arquitectura Orientada a Servicios ofrecen interesantes ventajas y se están aceptando en diversos ámbitos en el análisis y programación de aplicaciones, pero también es importante tener en cuenta algunos aspectos a nivel de calidad.

Ámbito abierto a la investigación

Pero ¿representa SOA realmente unos riesgos superiores para las empresas desde el punto de vista de la calidad? Aparentemente no siempre que el Software orientado a Servicios cumpla como buenos estándares de calidad al igual que ocurre en un software tradicional. Su complejo entorno distribuido, donde unas aplicaciones o servicios “llaman” a otros a veces desde servidores a miles de kilómetros de distancia, sin embargo, implican dificultades en la detección de fallos y en la identificación de la fuente de los mismos, con un serio riesgo para el negocio.

En el entorno SOA, de este modo, cobra especial importancia la vigilancia de tres factores clave de la calidad, como son: el rendimiento, la interoperabilidad, y la seguridad y vulnerabilidad de los aplicativos. Las dificultades para el control de estos parámetros en el Software Orientado a Servicios, hace que dichos aspectos exijan unas pruebas más exhaustivas.

La filosofía para el control de la calidad en los aplicativos SOA y en el software tradicional es muy similar, pero el nuevo paradigma también exige cambios en el entorno y metodologías de las pruebas. A modo de ejemplo, la carga de datos en una aplicación Web tradicional es fácilmente replicable en un entorno de prueba clásico y poco sofisticado, lo que no sucede con una aplicación de tipo SOA en la que confluyen varios componentes de software desde distintas ubicaciones. Para garantizar la calidad de este tipo de aplicativos, de este modo, los proveedores tecnológicos necesitan readaptar sus modelos de prueba y dotarse de las herramientas adecuadas para comprobar el rendimiento de cada aplicación SOA y de las conexiones entre los servicios. Este proceso de adaptación también debe venir acompañado de la capacitación de los profesionales que realizarán las pruebas en este nuevo entorno.

Otro aspecto importante en el paradigma SOA, desde el punto de vista de la calidad, es la monitorización continua de las aplicaciones, muy recomendable en el caso del software tradicional y que cobra una importancia aún mayor en el Software orientado a Servicios, debido precisamente a la complejidad del entorno.

A efectos prácticos, en la calidad del software en entornos SOA queda todavía mucho por investigar. En los controles y pruebas estáticas, por ejemplo, no se han alcanzado todavía unas métricas consolidadas para el análisis de código tan maduras como las implantadas para desarrollos en Java, C++ o en otros entornos más tradicionales.

Del mismo modo, todavía está abierta la discusión de si las metodologías de prueba utilizadas tradicionalmente se pueden adaptar al entorno SOA o hace falta desarrollar unas nuevas.

Un paso positivo para el refuerzo de la calidad, tanto en el entorno SOA como en el tradicional, son los avances del nuevo estándar de calidad ISO 29119, que está causando la revisión de normas y metodologías obsoletas, y que dedica un apartado específico a las pruebas del software en entornos no tradicionales.

Un reto para la industria del software

Garantizar la calidad en los entornos SOA representa un reto que la industria del software debe asumir, dado que el avance de este paradigma tecnológico no admite marcha atrás. No hacerlo pondría en riesgo la disponibilidad, funcionalidad y fiabilidad de los sistemas informáticos en las empresas y supondría una traba para la evolución hacia un nuevo modelo de infraestructuras informáticas en el mercado.

Se trata de una tarea que no parece excesivamente compleja desde el punto de vista técnico, pero que sí necesita inversión por parte del sector. Y los recursos para invertir es lo que más se echa de menos en la actual coyuntura económica, donde múltiples proyectos de calidad están sufriendo retrasos o han sido congelados por la falta de financiación.

La evolución hacia los entornos SOA también significa para las empresas informáticas la implicación de los propios gestores del servicio informático en los aspectos de la calidad. Este último es un aspecto claramente positivo, dado que dará un empujón en la transformación de la calidad desde una cuestión que preocupa a unos pocos profesionales dedicados a las tareas de pruebas y validación de software, hacia un tópico que es responsabilidad de todos y que requiere una gran coordinación.

Luis Fernández Sanz es coordinador del Grupo de Calidad de Software de la Asociación de Técnicos de Informática (ATI), y profesor de la Universidad de Alcalá.

Para más información:
www.ati.es/gtcalidadsoft

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