Cada día todos estamos más acostumbrados al uso de aplicaciones a través de Internet. Primero empezamos en el ámbito personal con las cuentas de correo gratuitas, compartiendo nuestras fotos con familiares y amigos. Pero el hecho es que “la nube”, ese espacio en Internet que ninguno sabemos dónde se aloja realmente, cada vez más forma parte de nuestra vida cotidiana.
Este acercamiento de aplicaciones, a nuestras propias casas primero, y a nuestros dispositivos móviles después, está facilitando una revolución en la forma de entender las aplicaciones profesionales, pasando de ser algo que tenemos que “poseer” y que por tanto tenemos que guardar con celo en nuestras instalaciones con todos sus costes asociados, a ser algo que podemos consumir, al igual que consumimos la luz o el agua sin necesidad de tener nuestros generadores o nuestros pozos.
Actualmente ya existe la posibilidad de utilizar sistemas SAP en “la nube” de forma que cualquier empresa, aunque sea muy pequeña o se encuentre en una localidad remota, pueda consumir su aplicación SAP para gestionar sus finanzas, sin tener que preocuparse de instalaciones, ni de proyectos de implantación, ni de administradores informáticos. Simplemente accede a la red y aprovecha la experiencia de la mejor herramienta financiera del mercado.
Mi abuelo, a principios del siglo XX, interesándose por la electricidad y la electrónica y viendo la inminente llegada de la electricidad a todos los hogares, centró sus negocios en estos aspectos ¡Lo que habría disfrutado con estos cambios actuales, viendo cómo las aplicaciones llegan a todos sitios sin necesidad de complejos mecanismos distribuidos, ni cientos de servidores desaprovechados, al igual que la electricidad en el siglo pasado!
Hoy en día, las comunicaciones, sobretodo en el ámbito profesional, son extremadamente estables, con anchos de banda muy amplios y a costes muy económicos, por lo que uno de los mayores impedimentos para las aplicaciones profesionales en modo software como servicio, ha desaparecido. Y al igual que hoy en día las grandes organizaciones tiene aplicaciones centralizadas para distintas localizaciones, ¿por qué no hacer lo mismo desde las pequeñas y medianas empresas? ¿Por qué no conectarse a una aplicación profesional a través de Internet con canales seguros para mi información?
Estamos convencidos de las ventajas de las aplicaciones profesionales en modo servicio, y de que las organizaciones (por pequeñas que sean) que sepan aprovechar ahora la oportunidad serán las que saquen un mayor beneficio con el aumento de su competitividad, y las que se queden rezagadas tendrán que realizar mayores esfuerzos para recuperar la ventaja perdida. Ya sólo falta que el tiempo (que en estos días pasa muy rápido) nos dé la razón, como se la dio a mi abuelo.
Javier Palacios, responsable del área REALTECH Hosting Services y de VirtualSAP
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