Carlos Machado, Country Manager de Morphis España, nos explica la importancia de usar herramientas para analizar de forma automatizada el código fuente y adaptarlo a las plataformas de software actuales.
La transformación digital trae consigo cambios tecnológicos que se sucedan a un ritmo vertiginoso, por lo que las compañías deben actualizar y modernizar sus aplicaciones de forma constante para no quedarse obsoletas. La estabilidad no existe en el desarrollo y mantenimiento de aplicaciones. Continuamente surgen arquitecturas, técnicas y lenguajes de programación nuevos que las empresas deben asimilar para que sus aplicaciones se adapten a los nuevos entornos tecnológicos y así puedan acompañar las demandas del negocio.
Estos cambios tecnológicos conducen al incremento de la deuda técnica de las aplicaciones y la única solución efectiva reside en establecer un programa continuo de refactorización y modernización de aplicaciones. Se trata de usar herramientas capaces de analizar, de forma automática, el código fuente y los algoritmos existentes para adaptarlos a las nuevas tendencias empresariales.
Para afrontar con éxito un proceso de modernización de aplicaciones es esencial saber que la refactorización es una técnica de ingeniería de software para reestructurar el código fuente, cambiando la estructura interna del código sin cambiar su comportamiento externo y así poder cuantificar los beneficios. Existen algunas herramientas automatizadas de refactorización de código, pero la mayoría carecen de flexibilidad a la hora de elegir la arquitectura y lenguaje de programación, están enfocadas para las nuevas aplicaciones y no son especialmente útiles para las aplicaciones heredadas.
Por eso es importante buscar una solución de refactorización que pueda analizar código fuente en detalle y determinar de forma dinámica las inter relaciones estructurales del código. Para que las empresas puedan comprender más fácilmente la complejidad de su código fuente y puedan elegir así la mejor solución para la refactorización de su código heredado.
¿El código abierto es una buena opción?
El uso del código abierto para aportar más funcionalidad está muy extendido. Sin embargo, la falta de documentación y la proliferación de versiones dificulta la tarea de los equipos de seguridad corporativos a la hora de realizar evaluaciones de vulnerabilidad.
Otro problema del código abierto radica en que después de integrarlo en las aplicaciones, existe la posibilidad de que no haya actualizaciones para corregir las vulnerabilidades que se descubran en el futuro. Además, los hackers son conscientes de la debilidad del código abierto ya que lo conocen porque está disponible en los repositorios públicos. Aprenden qué código es especialmente vulnerable y luego esperan a ver quién está trabajando con él para sacar provecho de la debilidad de estos sistemas.
Plataformas low-code de desarrollo de aplicaciones
Las plataformas low-code de desarrollo permiten una entrega más rápida de aplicaciones, una mejor capacidad de reaccionar a las demandas cambiantes del mercado y por tanto acelerar la reducción de la deuda técnica. El uso de plataformas low-code está ganando impulso para nuevas aplicaciones, pero ¿qué pasa con el legacy?
Existen proveedores low-code de desarrollo cuyas herramientas se centran en un paradigma de gestión de procesos de negocio (BPM) denominado stateless. Los desarrolladores usan este conjunto de herramientas para construir nuevas aplicaciones web stateless que generalmente utilizan una arquitectura REST API. Tales aplicaciones presentan interacciones simples con el usuario y a menudo son más adaptables para la implementación en la nube. Pero este enfoque solo es factible para el desarrollo de nuevas aplicaciones, ya que la mayoría de los sistemas heredados dependen en gran medida de la interacción intensiva del usuario para mantener el estado del sistema.
Por tanto, lo que necesitan las empresas son plataformas de desarrollo low-code para el mantenimiento continuo y la mejora de las aplicaciones que van modernizando. Deben buscar soluciones que proporcionen plataformas para diseñar componentes de interfaz de usuario y crear páginas web que se puedan usar en escenarios de interacción dependientes o stateless.
En resumen, las empresas deben buscar el camino más adecuado hacia la modernización de sus aplicaciones obsoletas. Y para ello tienen que realizar un análisis exhaustivo previo para evaluar qué técnicas y automatismos pueden emplear o si deben tomar decisiones más drásticas como el reemplazo y reescritura del código fuente.