En esta tribuna, Gloria Martínez, Head of Marketing en PayFit España, explica por qué se está hundiendo el teletrabajo y analiza las causas y efectos para empleados y empleadores.
El teletrabajo irrumpió con fuerza en nuestras vidas en 2020 y, aunque todo apuntaba a que había venido para quedarse, los datos empiezan a demostrar lo contrario. En 2024 tan solo un 19% de la población está disfrutando de esta ventaja frente al 44% que se aprovechó de las bondades de trabajar desde casa- o desde la playa- en 2023, según un estudio de DE-CIX.
Pero, ¿cuáles son las causas de esta caída y cómo afectan a empleados y empleadores? Son varios los argumentos que utilizan las empresas para bajarse del barco del WFA (siglas en inlgés de work from anywhere) y quizás el más común sea que muchas de ellas consideran que el trabajo presencial fomenta la productividad, además de alegar que trabajar desde otro sitio que no sea la oficina puede implicar dificultades técnicas como problemas de conexión.
Sin embargo, desde Payfit hemos comprobado que estos argumentos están muy alejados de la realidad. El ‘informe Teletrabajo: una realidad tras la pandemia 2024’, elaborado por Eada Business School, muestra un aumento en la productividad del empleado a distancia, matizando que el 72% de los trabajadores cumplen con sus objetivos, cuando dos años antes el mismo porcentaje apenas superaba el 60%. Además, más de la mitad de estos empleados declara no tener problemas para separar su tiempo profesional y personal. Una cifra bastante superior al 36% que podía hacerlo en plena pandemia. Y es que, desempeñar las mismas funciones en la oficina y en el hogar ha propiciado que tan sólo el 18% piense que es más productivo trabajando fuera de casa.
Las bondades para empleado y empleador
Lo cierto es que el teletrabajo no solo tiene beneficios para los empleados, ofrecer esta manera de trabajar es también una manera de aprovechar el talento que existe fuera de nuestras fronteras. Y es que uno de los grandes problemas a la hora de retener y localizar talento son las barreras geográficas, sin embargo, el teletrabajo permite que, como empresa, se pueda llegar a un campo más amplio de trabajadores cuyo talento es necesario pero que no están dispuestos a cambiar su forma de vida por un puesto de trabajo. Tanto es así, que más de la mitad de los encuestados en el informe antes citado estaría dispuesto a cambiar de empleo si su empresa no está dispuesta a permitirle teletrabajar, mientras que la otra mitad de empleados que si tienen opción a trabajo flexible reportan alta satisfacción laboral.
Pero no sólo para captar talento sirve trabajar en remoto, una vez captado el objetivo como compañía debe ser retenerlo. La incógnita aquí es la siguiente: ¿cómo retener el talento sin que se escape a la competencia? La respuesta es más obvia de lo que podemos llegar a creer; ofrecer ventajas al empleado debe ser la premisa a la hora de evitar que alguien se vaya a la competencia, las empresas que ofrecen teletrabajo o trabajo flexible, tienen un 25% menos de rotación de personal. Podríamos meternos en vereda hablando de pluses como los tickets restaurante, más días de vacaciones o bonus trimestrales por llegar a objetivos. Sin duda estos son extras muy bien valorados, pero a la empresa les puede suponer un coste mayor, por el contrario el teletrabajo no solo beneficia al trabajador a la hora de conciliar mejor su vida personal, sino que el coste para el empresario es muy bajo. El bajo coste de este, no es el único benefició para el empresario, según un estudio realizado por la SRH (Sociedad para la gestión de Recursos Humanos, el teletrabajo reduce el absentismo de empleados hasta en un 25% y las empresas aumentan su productividad en una media del 30% tras implementar políticas de trabajo flexible.
Es innegable que el teletrabajo presenta muchas ventajas, pero para aprovecharlas al máximo,la clave es la organización y la capacidad de establecer límites claros entre el trabajo y el ocio. Con una planificación adecuada, es posible disfrutar de las ventajas del teletrabajo mientras se minimizan sus inconvenientes. Así, se puede lograr un equilibrio que permita disfrutar de sus bondades sin descuidar las responsabilidades laborales
