Hoy en día, la computación en la nube es fundamental para el éxito futuro del sector financiero europeo. Sin embargo, debido a las preocupaciones relacionadas con la independencia regional y la resiliencia operativa, la Comisión Europea (CE) desconfía de que las instituciones financieras dependan demasiado de los proveedores individuales de la nube.
Muchas empresas del sector financiero siguen contando con arquitecturas heredadas monolíticas tradicionales que, desde luego, no fueron diseñadas para cambios tan ágiles como requiere actualmente la economía y los consumidores. Actualmente las empresas de servicios financieros visionarias en todo el mundo buscan aprovechar una “nube de la industria” híbrida, abierta y especializada que ofrezca resiliencia, seguridad, cumplimiento, que les permita impulsar la innovación y, a la vez, proporcionar una experiencia a los clientes sin fricciones, así como acelerar el crecimiento del negocio.
Las entidades financieras tienen el desafío de remodelar las experiencias de los clientes, reducir los costes operativos y seguir siendo ágiles para responder a las demandas del mercado y las preferencias de los usuarios de todas las generaciones. Los sistemas financieros tradicionales no son particularmente flexibles, lo que dificulta y hace costoso adoptar nuevas tecnologías e implementar nuevas funcionalidades.
Dentro de los retos a los que se enfrenta el sector, el cumplimento normativo y la seguridad son dos factores críticos que más preocupan. Sin ir más lejos, en el último estudio del estado del cloud de The Harris Poll para IBM, se concluía que más de la mitad de las empresas destacaban que el compliance es una cuestión difícil de abordar y una de las razones más relevantes para trasladar cargas de trabajo fuera de la nube pública. Además, en este sector, más de una cuarta parte de las empresas dicen que el cumplimiento regulatorio les impide alcanzar plenamente sus objetivos en la nube y el financiero es uno de los sectores que más se plantea trasladar ciertas cargas de trabajo fuera de la nube pública por motivos de seguridad.
Por ello, una industria como la financiera, altamente regulada, necesita contar con la arquitectura óptima que pueda brindarle protección y capacidades de cumplimiento normativo de su sector, al mismo tiempo que se le permite innovar. Hoy en día, muchas plataformas cloud carecen de las tecnologías necesarias para abordar estos requisitos específicos y continuar el negocio con agilidad, resiliencia y flexibilidad necesaria.
A medida que el sector cloud evoluciona hacia la oferta de nubes especializadas, es necesario crear un escenario que ayude a equilibrar la innovación con los protocolos de compliance a través de plataformas específicas para cada industria, como la banca. Un ejemplo único es IBM Cloud for Financial Services, un conjunto de soluciones diferenciales que contempla la adaptación de las soluciones tecnológicas a las necesidades de seguridad, resiliencia y cumplimiento de las entidades financieras.
Si ponemos el foco en la banca europea, donde las regulaciones EBA exigen que las organizaciones trabajen con más de un proveedor para limitar la dependencia e impulsar la resiliencia, la nube híbrida se presenta como el caballo ganador. Este entorno ofrece la ventaja a las entidades financieras de que puedan utilizar recursos de nube privada protegidos para almacenar sus datos confidenciales y cargas de trabajo altamente reguladas y utilizar los recursos de la nube pública para aquella información menos confidencial.
Las tensiones macroeconómicas, incertidumbres geopolíticas, el auge de nuevos competidores o la sostenibilidad son algunos de los escenarios a los que la banca tiene que hacer frente en la actualidad. Así, hemos visto cómo la industria necesita capacidades digitales orientadas a la resiliencia, que les conduzca a un desempeño financiero saludable.
El hecho de que la nube híbrida abierta permita combinar nubes locales y públicas hace que las empresas de servicios financieros tradicionales eviten la dependencia de proveedores y no necesiten copiar o reemplazar sus entornos heredados. Por otro lado, al interconectar todos los entornos cloud, les dota de agilidad comercial, de acceso a datos en tiempo real y les permite aprovechar las ventajas de la IA y la automatización para dar respuesta a los retos emergentes. Sumarse a una nube específica pensada para este sector les permitirá además desenvolverse en un entorno cada vez más regulado e inseguro, al mismo tiempo que impulsan la innovación de cara a sus clientes.
En este sentido, la apertura de la región cloud multizona (MZR) de IBM en Madrid el próximo mes de julio supone un hito muy relevante en la constitución de ese escenario que ayude al sector financiero en su viaje a la nube híbrida. Las ventajas que ofrece junto al MZR de Frankfurt en el marco de la Unión Europea suponen un importante atractivo para el sector en materia de seguridad, compliance, resiliencia y latencia, entre otras.
En resumen, la nube adaptada a los requisitos de la industria es el camino a seguir para las empresas de servicios financieros en un momento en el que buscan sobrevivir y prosperar manteniéndose a la vanguardia en la carrera hacia la transformación.
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