Ralph Muntean, Country Manager de AVM para España, Portugal y Andorra, ofrece a los lectores de Silicon Week un completo análisis de las redes WLAN.
Hoy en día ya nada funciona sin una conexión inalámbrica LAN. La lista de dispositivos que pueden conectarse con un router WLAN no para de crecer. Si preguntásemos a un fabricante de productos electrónicos, nos confirmaría que la tendencia de conectar todos los dispositivos mediante WLAN no va a cambiar de forma inminente. Por ello es importante conocer, al menos, las características principales de una red WLAN. A continuación se las presentamos.
Parte 1: la técnica
¿Wi-Fi o WLAN? En sentido estricto, WLAN y Wi-Fi no es lo mismo. Una red WLAN es la red inalámbrica; mientras que el término Wi-Fi se refiere a un estándar de radio también conocido como IEEE-802.11. Tras la palabra compuesta Wi-Fi se esconde la Alianza Wi-Fi, fundada en 1999 y que actualmente cuenta con más de 300 miembros. Dicha alianza se encarga de certificar smartphones, tabletas y otros dispositivos con chips WLAN con su conocido logo Wi-Fi en blanco y negro, a cambio de una cuota. Las redes de radiofrecuencia WLAN tienen forma de estrella; esto significa que un punto de acceso WLAN como el router es el corazón de la red del hogar y comunica a todos los terminales mediante una conexión propia. Si dos terminales WLAN se conectan directamente sin comunicarse con el router, estaríamos hablando de una red ad hoc pensada para un intercambio de datos a corto plazo.
Para ampliar el alcance de las redes WLAN se suelen instalar repetidores WLAN que están disponibles como puntos de acceso WLAN para los dispositivos y transmiten datos al router WLAN en dirección opuesta. Los repetidores WLAN reducen el ancho de banda a la mitad. La velocidad de transferencia puede aumentarse mediante la instalación de varias antenas de envío y recepción de datos (MIMO = Múltiple entrada múltiple salida), no obstante, los terminales pequeños como los smartphones no cuentan con espacio para una segunda o tercera antena.
Parte 2: las versiones
El estándar de radio WLAN para Internet inalámbrico fue adoptado por la asociación profesional de ingenieros IEEE (Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica). De dicho instituto proviene la parte inicial de la denominación de las especificaciones, que siempre comienza con IEEE y va seguido de 802.11, es decir, el nombre de la norma. La frecuencia de radio WLAN está establecida mundialmente y se encuentra entre los 2,4 GHz (WLAN b, d, e, g, h, i, j, n) y los 5 GHz (WLAN a, n y ac). La potencia de la red WLAN en Europa tiene una limitación de 100 MW en la banda de 2,4 Ghz y de entre 200 y 1 000 MW en la de 5 Ghz.
La primera generación WLAN del año 1997 se llamó IEEE 802.11 y consiguió una tasa de transferencia de datos de entre 1 y 2 Mbps brutos. En 1999 le siguieron el estándar IEEE 802.11a (en la banda de 5 Ghz) y el IEEE 802.11b, que podía transferir hasta 11 Mbps. La versión todavía más extendida de WLAN apareció en el año 2003 como IEEE 802.11g, con una tasa de transferencia de datos de 54 Mbps brutos. A partir del año 2009 todos los dispositivos nuevos utilizaban WLAN n (IEEE 802.11n) o el WLAN ac, que desde 2013 ofrecía una tasa de transferencia de datos de hasta 1 300 Mbps. En el futuro será posible conseguir más de 1 700 Mbps de transferencia de datos con el WLAN ac Wave 2 (MIMO 4 x 4 multiusuario). De forma simultánea se está trabajando en el WLAN ad, que será el sucesor del WLAN ac y en un par de años hará posible una transferencia de datos de entre 1 500 y 6 930 Mbps.
Con cada nueva versión de WLAN los ingenieros han de conseguir que el WLAN sea interoperable con los dispositivos existentes, además de compatible con las versiones anteriores puesto que la red WLAN debe funcionar con todos los receptores WLAN antiguos y de todos los fabricantes. Aquellos fabricantes de dispositivos que cumplan las especificaciones y normas recibirán un certificado de la Alianza Wi-Fi y podrán añadir el logotipo correspondiente al producto.
Parte 3: los problemas
La banda de 2,4 Ghz es una banda de frecuencia libre y gratuita mundial, que se utiliza, no solo para la red WLAN, sino también para otros estándares de radio como el Bluetooth, ZigBee, monitores para bebés, mandos a distancia de vehículos o puertas de garaje. Otras redes WLAN, así como las microondas interrumpen la comunicación WLAN mediante las llamadas interferencias. Dichas interferencias no afectan a la banda de frecuencia de 5 Ghz, sin embargo, físicamente solo puede conseguir la mitad del alcance. No obstante, esta reducción de alcance se puede compensar con una potencia mayor.
Parte 4: Las alternativas
Para conseguir un acceso a Internet rápido o la transferencia de mucho volumen de datos en la red del hogar (p. ej. vídeos en HD) no hay nada que pueda reemplazar a la red WLAN. No obstante, la red WLAN se utiliza también en ocasiones como radio, a pesar de que existan mejores opciones. A continuación les presentamos las alternativas más importantes a la red WLAN:
No solo se pueden transmitir datos y establecer redes con una red WLAN. Para la conexión de auriculares y dispositivos manos libres se utiliza a menudo el Bluetooth. El Bluetooth tiene la capacidad de transferir mejor la música y el habla que el WLAN, además, necesita menos energía para ello. Para la telefonía dentro del hogar se utiliza casi siempre la tecnología DECT, puesto que tiene más alcance que el Bluetooth y consigue mejor calidad en la transferencia. Para la conexión en red en el hogar inteligente de aquellos dispositivos como sensores, detectores de humo, termostatos de radiadores, interruptores y reguladores, cada vez se utiliza más la tecnología ULE. Así como el estándar DECT, el ULE transmite a través de una frecuencia reservada, ofrece un gran alcance y un consumo energético muy reducido. En concreto, aquellos productos que necesitan batería pueden estar más tiempo en red, tal como ocurriría si estuviesen conectados por una la red WLAN.