Ya hemos hablado mucho sobre la convergencia del Business Intelligence moderno y el tradicional en cuanto a iniciativas de analytics para atención al cliente. Ahora estamos viendo una convergencia similar entre la utilización autoservicio de los datos por parte del negocio, y la gestión e integración de los mismos por la parte de TI.
Muchos expertos en datos (ingenieros de datos, gestores de datos, analistas…) relacionados con unidades de negocio estratégicas de la empresa están utilizando soluciones autoservicio como la nuestra para preparar sus datos para fines analíticos -puede ser para dar soporte al análisis de los datos, a la visualización o al descubrimiento de información-. Esta aproximación ofrece una experiencia ágil y colaborativa, impulsada por las personas que mejor entienden el mundo de los datos. Además, promueve la próxima gran disrupción del mercado: la inteligencia aumentada, que utiliza IA y algoritmos de machine learning para analizar cantidades aún más grandes de datos y encontrar las tendencias relevantes, patrones, subgrupos y valores atípicos en los mismos. Sin embargo, este modelo carece de gobernanza y puede tener problemas con la integridad de los datos y su seguridad. Se obtienen datos de mucho valor, pero no están ‘curados’ para su uso en aplicaciones operacionales.
La tendencia que vemos en nuestros clientes es su deseo de poder actuar sobre esos activos de datos para beneficiar a otras iniciativas empresariales analíticas y de integración.
Pero hay otra tendencia en el mercado igualmente importante, que va en la dirección opuesta (de TI a negocio), y que estamos a punto de capitalizar. El conocimiento que un gestor de datos centrado en el negocio puede identificar y extraer está limitado por la cantidad de datos (empresariales, no estructurados, de terceras partes…) que puede consumir y a los que puede dar sentido. Tradicionalmente, el acceso a los datos de la empresa ha estado limitado a los usuarios los preparan para el autoservicio o para las herramientas de visualización. Aquí es donde el catálogo de datos entra en juego.
Un catálogo de datos gestiona toda la cadena de suministro de información de una organización. Ofrece datos ya curados (verificados y ordenados) a la empresa de la misma forma en que se gestionan los flujos de datos creados por usuarios. Contiene lo mejor de dos mundos: la gobernanza de los datos y la confianza en esos datos curados, y una experiencia gestionada y colaborativa sobre los datos ‘no curados’. Con capacidades básicas, cualquier persona puede colaborar en los flujos de datos, en las ratios, o comentar y añadir terminología empresarial para ayudar su comprensión. No es sorprendente, entonces, que esto suponga el entorno ideal para poder actuar sobre activos de datos de mucho valor y calidad que se originan en la empresa.
Entonces, ¿cómo podemos capitalizar ambas tendencias de mercado? Es sencillo: es necesaria una plataforma integrada que ofrezca tanto preparación de datos autoservicio como capacidades de gestión de datos empresariales. Esta combinación sería sin duda la ganadora del futuro inmediato en evaluaciones competitivas.
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