Quentene Finnegan, Chief Operating Officer, Security Division, NTT; nos ofrece su experiencia a la hora de abordar un plan para reorganizar la fuerza laboral hacia un modelo de trabajo mixto presencial/remoto.
Sin duda, los últimos meses han sido un gran desafío para todos nosotros. Pero, con suerte, ahora miramos hacia el futuro y podemos aprender de nuestras propias experiencias al tratar con la COVID-19. Muchos de nosotros hemos puesto todo nuestro empeño para hacer que todo el mundo pudiera trabajar desde casa (WFH), ahora estamos inmersos en la tarea, aún más difícil, de volver a la oficina, y la provisión de un entorno de trabajo seguro. Las propias operaciones de seguridad de NTT Ltd. están exactamente en este proceso ahora mismo, y nuestra experiencia podría ser relevante para los clientes y otros actores en la industria.
El confinamiento se impuso en la mayoría de los países donde tenemos Centros de Operaciones de Seguridad (SOC) literalmente de la noche a la mañana. Se esperaba que todo el mundo trabajara en casa, mientras se mantenían estrictos niveles de seguridad para los clientes. Afortunadamente, como una compañía con años de experiencia en espacios de trabajo colaborativos, iniciamos nuestro Plan de Continuidad de Negocio e implementamos con éxito, una transición fluida y sin disrupciones del trabajo en remoto.
Tuvimos que activar rápidamente nuestro Plan de Continuidad de negocio para que todos los empleados pudieran trabajar desde casa
Planificando la vuelta a la oficina por fases
Sin embargo, justo cuando todos pensábamos en el gran trabajo que habíamos hecho, nos dimos cuenta de que todo nuestro enfoque estaba en el teletrabajo y, en realidad, no habíamos considerado la tarea de hacer que las personas volvieran a trabajar en la oficina durante una pandemia. Al mismo tiempo, muchas de las áreas internas y externas, así como organizaciones con las que colaboran permanecerán remotas en el corto plazo. En definitiva, nuestras operaciones de seguridad necesitaban trasladarse a un entorno de trabajo distribuido.
Prepararnos a nosotros mismos, nuestras instalaciones y nuestros compañeros para volver al trabajo ha sido una gran tarea. Formamos un comité compuesto por RR.HH., facilities, riesgo corporativo, TI, finanzas, marketing y líderes de negocio dentro de la empresa. Juntos planeamos cómo proporcionar entornos de trabajo seguros y socialmente distanciados, a través de múltiples y cambiantes pautas regulatorias. Me enorgullece decir que el 6 de julio dimos la bienvenida a nuestro personal crítico del Centro de Operaciones Seguras (SOC) en seis países.
Tuvimos que repensar muchas cosas que damos por sentado para asegurar que nuestra gente estuviera a salvo cuando regresaran a la oficina.
Cosas obvias como estaciones de trabajo socialmente distantes, pantallas de metacrilato en todas partes, desinfectantes de manos en cada puerta (¡ahora soy un experto en el contenido de alcohol de los desinfectantes de manos!), y la provisión de mascarillas eran sencillas. Pero el aspecto más desafiante, con diferencia, fueron todas las cosas que normalmente damos por sentado. Por ejemplo, tuvimos que considerar nuestros sistemas de aire acondicionado y ventilación, repensar los espacios de té y café (¡especialmente el acceso a las galletas!), y considerar cómo la gente se mueve físicamente alrededor de la oficina con flujos unidireccionales, etc.
Además, decidimos que para proteger a nuestros compañeros al máximo, proporcionaríamos kits de pruebas rápidas de la COVID-19 y equipos de medida de temperatura, ambos completamente nuevos para nuestra forma de trabajo habitual.
Como todo el mundo dice, “vivimos en tiempos sin precedentes” y a pesar de todos nuestros planes, tenemos que hacer frente a los desafíos diarios, como el cierre temporal en algunos lugares.
Mirando hacia adelante
Nuestro consejo, después de todo esto es que cree su equipo en tantas áreas de negocio como sea posible y que escuche los consejos y la experiencia de todos. Dedique el tiempo y emplee el esfuerzo necesario para que todo sea lo más seguro posible, pero hay que ser pragmático (por ejemplo, ¿realmente necesitamos una cámara térmica de 30.000 dólares cuando un termómetro digital cuesta 100 dólares?). Comparta la información, no la acapare y sea flexible (a la COVID-19 no le importan los procesos). La comunicación con las partes interesadas y compañeros es vital para cualquier empresa. Por último, nuestro mayor activo es su gente, así que trátelos con el mayor cuidado y asegúrese de que usted está preparado para hacer todo lo que les pida.