Microsoft ha pasado de cobrar por su software a pagar –y mucho– para darlo a conocer y extenderlo. Ocurrió algo parecido en su acuerdo con Yahoo! y ahora desembolsará 1.000 millones de dólares a Nokia para “promocionar y desarrollar móviles basados en Windows”.
Pocos días antes de que arrancara la última edición del Mobile World Congress 2011 en Barcelona, Microsoft y Nokia anunciaban un acuerdo para que en un futuro próximo varios de los dispositivos móviles de Nokia integraran el sistema operativo Windows Phone 7. Una noticia bomba para la industria ya que se trata de dos de las grandes compañías que durante mucho tiempo han mantenido la hegemonía en el segmento de movilidad, pero que en la actualidad se encuentran en horas bajas debido al empuje de otros desarrollos como iPhone y la plataforma Android.
Es cierto que se trata de un mercado en plena evolución y desarrollo donde todos quieren estar dentro y no perder el tren del negocio. Tal vez esa es la jugada que no ha sabido aprovechar Microsoft, tampoco Nokia, al disfrutar en su momento de una cuota de mercado poco menos que demoledora. Por el contrario, sí lo han sabido hacer bien firmas como Apple y Google, en plena vorágine de popularidad. Muchos analistas coinciden en afirmar que la clave se encuentra en la falta de innovación de los de Redmond y los finlandeses.
El hecho de que Microsoft vaya a pagar 1.000 millones de dólares a Nokia para que ésta desarrolle nuevos smartphones gobernados por Windows Phone 7 es un síntoma muy claro de que las cosas no les marchan bien. Desde Microsoft apuntan a que ésta es una inversión para “promocionar y desarrollar móviles basados en Windows” pero lo cierto es que es un movimiento que hace años no hubieran necesitado hacer, hubiera sido impensable. Es algo similar a lo ocurrido en el acuerdo con Yahoo! para relanzar su buscador Bing. Aunque la cifra que invertirá Microsoft no es oficial a día de hoy, todo parece indicar que será la que paguen a la finlandesa durante los próximos cinco años.
Y no es que Windows Phone 7 sea un mal producto, no. El problema es que se encuentra inmerso en esas corrientes marinas que se suelen generar en esto de la tecnología. Microsoft terminará mejorando su cuota de mercado, pero le costará mucho conseguirlo, simplemente porque la corriente que cogió después del estrepitoso fracaso de Windows Mobile 6 le sigue arrastrando hacia el fondo. Pero saldrá… aunque sea con la ayuda de Nokia, y con un retorno de inversión poco probable.