La tecnología se ha convertido en el mejor aliado para salir indemnes de la situación económica provocada por la pandemia, tal y como explica Antonio David Fernández, CTO en atSistemas, en esta tribuna de opinión.
En estos tiempos que nos está tocando vivir se hace imposible no pensar en la tecnología como motor y activo habilitador del tejido empresarial del país. Una solución que ofrece a las compañías la competitividad y la escalabilidad necesaria, no solo para tener un impacto económico positivo que redunde en nuestra sociedad, sino para sumar un impacto social que nos traiga mayores oportunidades para las personas, más esperanza y más integración y cohesión social.
La tecnología se convierte en esta situación en la mejor herramienta para las organizaciones de cara a llegar a sus potenciales clientes y sus usuarios. En mercados maduros como el europeo, y en un contexto de oferta y operaciones globales, la tecnología disminuye las barreras de entrada y puede permitir a una empresa impulsarse de manera significativa para convivir con el resto de actores del mercado. Además, asegura que cuando el negocio apuesta por una nueva iniciativa de crecimiento, no solo existen los recursos tecnológicos, sino que es viable y sostenible a nivel de continuidad del negocio, minimizando los riesgos de error.
En todo este contexto de transformación digital, no solamente requerimos de la mejor tecnología, sino del talento y los profesionales más cualificados que permitan hacerla realidad. Si algo caracteriza a la tecnología es la necesidad de conocimiento especializado y experiencia, Pero ¿por qué es realmente relevante esta consideración de talento?, la respuesta es porque al final se trata de los conocimientos, experiencias y capacidades de cada profesional y esto no es una cuestión baladí cuando hablamos de tecnología. Para el éxito de las iniciativas de negocio, nuevas o existentes, requerimos del talento adecuado, y es ahí donde necesitamos hacer convivir una doble realidad: el hoy y el mañana.
En la realidad actual necesitamos contar con personas que aporten los conocimientos y la experiencia que maximicen la garantía de resultados y el éxito de las iniciativas. ¿Y por qué es importante poner un ojo en el futuro? Porque existe una demanda creciente de perfiles IT en las organizaciones. El área de las TIC es la que más incremento ha tenido de número de profesionales en los últimos años, tan solo en 2019 creó cerca de 200.000 puestos de trabajo sólo en España, obteniendo un crecimiento de un 8,3% de su tasa de empleo y una facturación total de 25.000 millones de euros.
En la actualidad los perfiles más buscados son y serán: los ‘Arquitectos de Soluciones Cloud’, la agilidad del Cloud permite a las compañías poner en el mercado nuevos productos y servicios en tiempos mucho más competitivos y son estos perfiles quienes permiten establecer los pasos necesarios para una progresiva migración, optimizando el diseño y siempre sin pérdida de servicio para el negocio; los ‘Arquitectos DevOps’ o ‘Ingenieros de automatización’, la gestión de la infraestructura y del ciclo de vida de la tecnología siempre ha sido un cuello de botella para las grandes organizaciones, y estos perfiles aúnan el conocimiento de la operación de sistemas, con la definición de la infraestructura como código, de forma que permitan acelerar sus necesidades de crecimiento y adaptación a las nuevas exigencias del negocio; y los ‘Arquitectos Cross’, es decir aquellos perfiles multidisciplinares que en un contexto tecnológico tan cambiante y con tantas posibilidades, sean capaces de poner en común y consensuar las necesidades de los distintos ámbitos tecnológicos a los que se enfrenta una compañía: Canales (Web, Apps Móviles, Portales de eCommerce, Asistentes Virtuales, …), arquitecturas y desarrollos de backend, integraciones con terceros (APIs), analítica de datos avanzada, Inteligencia Artificial, Sistemas e infraestructura, etc.
La realidad cada día mayor de la necesidad en las compañías por lograr una transformación digital completa y continuada incrementa la demanda de este talento IT en las múltiples especializaciones existentes y que están por venir. A todo esto, podemos añadir que esta realidad que está por llegar puede ayudar en el contexto social actual, mejorando las sociedades en pocos años.
Por todo esto y sin perder de vista la necesidad de recuperación que atraviesa el tejido empresarial actual y a la que deberá hacer frente la economía futura, es importante que generemos itinerarios para el desarrollo del talento IT, para las nuevas generaciones. En este contexto, actualmente existen ciertos retos sociales con los que convivimos – la brecha de género y la brecha digital – que debemos superar y que ya se contemplan en el último ‘Plan España Digital 2025’, del Gobierno.
En cuestión de brecha de género, existe un segmento de mujeres en España con bajo acceso a trabajos que les permitan una sostenibilidad e independencia económica, ya sea por su formación o por su contexto social. Adicionalmente se estima que alrededor de un 30% de las mujeres en España tienen formación STEM y acceden a trabajos de perfil técnico o tecnológico. Tenemos el reto de incrementar el ratio de futuras mujeres, o niñas o adolescentes, que definan sus itinerarios académicos hacia áreas de conocimiento tecnológico. Tenemos la oportunidad de crear escuelas e itinerarios profesionales que permitan a colectivos en riesgo de exclusión laboral y social tener formación en tecnología e incorporarse a una profesión cada día más demandada. Las competencias necesarias en una persona para poder aprender y ejercer una profesión IT están identificadas, el talento es talento, independientemente del género, edad o profesión anterior.
En definitiva, la digitalización ha venido para quedarse tras la pandemia, y los perfiles tecnológicos serán más demandados con una tendencia que permanecerá y se acentuará en los siguientes años debido a que las empresas deben adecuar sus procesos si quieren afrontar una recuperación económica total.