Aunque no se vislumbra el final inmediato de una recesión, los bancos que se tomen más en serio la responsabilidad social, la educación financiera, la búsqueda de un modelo energético más sostenible y el compromiso personalizado con el cliente, descubrirán que se abren muchas oportunidades. Los siguientes son los 10 retos que van a marcar la hoja de ruta de los Servicios Financieros durante este 2023:
- Educación financiera: Ayudar a los clientes a tener una mejor visión de sus propias finanzas y ofrecer, en base a información de calidad, opciones personalizadas para tomar mejores decisiones financieras, es uno de los grandes retos de este 2023.
- Sostenibilidad: En materia de sostenibilidad las entidades financieras deben de ser capaces de definir y ejecutar planes con impacto real. Una divulgación eficiente sobre el cumplimiento de los requisitos en materia de ESG y ofrecer a los clientes el disponer de objetivos propios en materia de responsabilidad social es otro reto, en este caso, ligado a la responsabilidad dentro de la cadena de valor de la sociedad y de la personalización de los servicios a clientes.
- El valor de los datos como palanca de protección: Mucho se habla sobre la monetización del dato, pero las entidades financieras tienen que ser capaces de ganarse la confianza de los clientes para tener datos de calidad que permitan a las entidades acompañar, a través del conocimiento del propio cliente, en decisiones que no generen ‘sorpresas financieras’. Para los particulares, por ejemplo, esto puede significar un tipo de interés más bajo basado en un comportamiento financiero sólido. Para las empresas, los descubiertos pueden ser más baratos o de más fácil acceso, mejorando así la tesorería …
- Identidad digital: Ofrecer a los clientes, dentro de la relación de confianza, su identidad digital, es otro reto para las entidades financieras en este 2023 (alineado con el proyecto de identidad europeo European Self-Sovereign Identity Framework (ESSIF)). La incorporación de la tecnología blockchain para este tipo de servicios nos permite, además, pensar en nuevas oportunidades relacionadas con el descentralización de actividades apalancados en esta tecnología.
- Nuevo modelo de negocio basado en la plataforma bancaria: Unir la confianza y seguridad de las plataformas bancarias a un ecosistema de proveedores que buscan clientes a los que ofrecer los mejores productos es sin duda un nuevo modelo de ingresos para unos y de ahorros para otros. Adicionalmente, el uso de la inteligencia artificial ayudará a reducir fraude, mejorar ofertas de financiación y racionalizar los procesos asociados a este nuevo modelo de negocio.
- Propuesta de valor ‘líquida’: Constantemente surgen nuevos jugadores en el ecosistema digital ofreciendo financiación y desintermediación de productos tradicionales. Las entidades financieras se enfrentan al reto de adaptar su propuesta de valor de la forma más rápida posible y estar al nivel de experiencias digitales similares o mejores que los disruptores digitales.
- Mejora de la experiencia en Pagos: El crecimiento de las Fintech y otros nuevos jugadores en este espacio se ha convertido en el verdadero reto para las entidades financieras que deben ofrecer pagos más rápidos, seguros y ‘en el momento adecuado’. La ISO 20022 es, además, la gran oportunidad para definir nuevas estrategias ligadas a la interoperatividad, maximizar el uso de datos que la ISO proporciona y eficientar todos los procesos de conciliación y control.
- La tecnología al servicio de las personas: La digitalización de los procesos y la correcta utilización de la tecnología deber liberar tiempo a toda la organización para que esté orientada a las personas. Que los procesos, además, estén orquestados por tecnología permitirá el cumplimiento más eficiente de los requerimientos de supervisión que soportan las entidades financieras.
- Talento al servicio de la confianza: Cada vez más entidades financieras acuerdan, con grandes socios tecnológicos, la evolución de sus plataformas, de esta forma consiguen enfocar su talento interno en cada uno de los puntos tratados anteriormente: Educación financiera, sostenibilidad, seguridad, nuevos modelos de negocio y relación, apalancados en tecnologías más eficientes.
- La verdadera competencia: Las entidades financieras llevan años luchando, en algunos casos, o asociándose, en otros, con Fintech o plataformas que simplifican y aceleran procesos o parte de procesos, pero la verdadera competencia vendrá cuando las grandes plataformas de California o los gigantes asiáticos se hagan con una cuota de mercado suficiente. Buscar modelos más líquidos y rápidos de adecuación es fundamental para reconfirmar el contrato de confianza de los clientes y ser elegidos por generaciones posteriores.