Jordi Palet, analista de Consulitel y experto en el protocolo IPv6, arroja un poco de luz sobre un terreno en el que, asegura, existe una preocupante falta de información e iniciativa, la transición hacia el nuevo protocolo de Internet.
Con todo lo escrito en las últimas semanas acerca del agotamiento de IPv4 y la transición a IPv6, parece que poco se pueda decir ya.
Sin embargo, es preciso ser mas preciso, valga la redundancia. Es importante no confundir a los ingenieros, porque precisamente uno de los problemas de IPv6 es la falta de información y experiencia correctas en este campo. No es algo específico de España, sino un problema generalizado.
Si bien es cierto que aunque el registro central de IANA se ha agotado el pasado 3 de Febrero, la fecha del agotamiento del registro de RIPE NCC, quien entrega las direcciones a los ISPs Europeos, no esta tan alejada, finales del verano de 2011, en el mejor de los casos. Y también es cierto que los ISPs pueden tener recursos para algunos meses mas, quizás semanas en algunos casos, todo depende del crecimiento que cada ISP experimenta. Las reservas no las establecen los ISPs, sino las reglas de la propia comunidad, que RIPE NCC ejecuta, y que son iguales para todos.
Pero además el problema es global. Da igual que algunas regiones tengan mas o menos direcciones, mas o menos tiempo, al igual que da igual que unos ISPs tengan más o menos direcciones o estén preparados antes o después.
Los mecanismos de transición automáticos permiten que los usuarios finales, cuyos sistemas operativos ya soportan IPv6 generalmente desde el 2002, tengan acceso a IPv6, pero no de forma perfecta, si no hay una transición acompasada en las redes de los ISPs.
No se trata de una migración, no se trata de una ruptura con IPv4. IPv4 convivirá, lo que técnicamente llamamos coexistencia, con IPv6 durante 4 o 5 años a lo sumo, no mucho mas. Es decir, no hay que desconectarse de IPv4, sino que hay que agregar IPv6 a lo que tenemos en marcha actualmente. Ello implica por tanto, que podremos seguir accediendo a los contenidos antiguos (disponibles solo con IPv4) y a los nuevos (que podrán estar disponibles solo con IPv6 en un momento dado).
Sin embargo, no estar preparado para IPv6 es una temeridad, pues los contenidos y todo tipo de servicios online de empresas e ISPs, podrían empezar a quedarse “aislados” o no funcionar correctamente, presentar fallos a algunos usuarios, hasta el punto de no poder acceder a algunas páginas.
El problema se producirá quizás a finales de este año o a principios del próximo, cuando los ISPs agoten sus reservas de IPv4 y sea mas sencillo para ellos conectar a nuevos usuarios solo con IPv6. Si aun existen empresas con contenidos o servicios, por ejemplo banca electrónica, disponibles sólo con IPv4, esos nuevos usuarios podrían tener dificultades.
Sí es cierto que existen traductores entre ambos protocolos (IPv4 e IPv6), pero precisamente porque no escalan, porque fallan, porque son costosos y complejos y porque no funcionan para todas las aplicaciones, el propio organismo que se ocupa de la estandarización de los protocolos de Internet, el IETF, decidió hace años que dichos protocolos (ejemplo NAT-PT), debían retirarse del proceso de estandarización y evitar su uso. Una traducción nunca es perfecta, y traducir en IPv6 es como volver al NAT, una de las razones por las que hemos desarrollado IPv6, pues NAT no es escalable ni adecuado.