Hace algunos años la industria del almacenamiento en disco gozaba de una salud inmejorable. Durante más de cinco décadas, los fabricantes han mantenido una evolución constante de estas unidades para mejorar no solamente las prestaciones, sino también la capacidad de almacenamiento a medida que la demanda crecía.
En poco tiempo, los ordenadores pasaron de tener discos duros de 64 MBytes a cientos de GigaBytes… los servidores de almacenamiento cuentan a día de hoy con capacidades en cada disco de 3 TBytes.
Las necesidades de las empresas en este apartado siguen creciendo. Para 2015 se espera que la cantidad de información generada crezca un 800%, por lo que el almacenamiento se debería conformar como un negocio redondo. Sin embargo, no parece que esté ocurriendo en todos los niveles de esa cadena de suministro. Y es que hay que diferenciar a los fabricantes de unidades de almacenamiento en disco de los vendedores de soluciones de almacenamiento.
Mientras que compañías como EMC, IBM, NetApp o HP, proveedores de soluciones de almacenamiento, están creciendo a un ritmo del 18% en términos medios, los fabricantes de unidades no parece que estén pasando por sus mejores momentos. El caso más cercano se sitúa en Seagate, que ha sido capaz de generar un volumen de negocio durante el último cuarto de año de 2.700 millones de dólares, traducido en número de discos duros comercializados, 49 millones de unidades. Sin embargo, el beneficio neto se ha situado en tan sólo 92 millones de dólares, que puede parecer mucho, pero una cantidad pobre si la comparamos con esas ventas.
La respuesta a esta incongruencia llega en gran medida debido a los bajos márgenes que se manejan en este sector. El coste por mega ha caído a nivel de fabricación, pero más aún en el momento de vender unidades. En un mercado en continua expansión, parece que la única forma de vender es bajar los precios, más aún con otras tecnologías mucho más modernas como las unidades de almacenamiento en estado sólido (SSD).
Hace un mes y medio, Western Digital anunciaba que se hacía con la división GST de Hitachi, especializada en discos duros. Hace pocos días, la propia Seagate absorbía la misma división de Samsung, que una semana antes había indicado que abandonaba este negocio “para centrarse en otros con márgenes de beneficio mayores”.
Con estos movimientos, tan sólo quedan en la actualidad tres grandes fabricantes, Seagate, Western Digital y Toshiba, mientras que hace un par décadas superaban fácilmente la decena. En el camino se han quedado o, mejor dicho, han sido absorbidas, firmas del calibre de Maxtor, Tandon, Quantum, Conner, JTS… y en poco tiempo las propias Hitachi GST y Samsung.
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