Alejandro Ruiz Bueno, director de Desarrollo de Negocio de AMD en España y Portugal, nos habla sobre la infravalorada potencia de proceso de los subsistemas gráficos (GPU) y sobre cómo se le puede sacar el máximo partido en combinación con los procesadores centrales.
En organizaciones que utilizan mucho el diseño gráfico, por ejemplo, el diseño de arquitectura por ordenador o el sector del videojuego, la necesidad de reproducir la salida de vídeo en múltiples pantallas se ha convertido en algo habitual ya que los diseñadores buscan el mejor ángulo de visión en sus diseños, y los jugadores quieren conseguir la experiencia de juego más avanzada y envolvente. Con la potencia de la GPU y el empleo de tres o más monitores, los diseñadores, los jugadores o incluso los médicos pueden ver las imágenes y los datos de los pacientes de forma simultánea, disponen de una vista más clara, en formato panorámico y mayor capacidad multitarea.
Sucede que, aunque las configuraciones multipantalla son muy habituales en los estudios de diseño asistido por ordenador, en las productoras de videojuegos e incluso en las competiciones de carreras de automóviles de altas prestaciones como la Fórmula 1, en el resto de las empresas también se acude cada vez más a la representación gráfica de su información de negocio más relevante. La tecnología GPU puede jugar, por tanto, un papel fundamental en el conjunto de las tecnologías de TI de las empresas.
Por ejemplo, ya que esperamos que cada vez sea más general el uso de paneles de vídeo de Alta Definición para las comunicaciones basadas en imagen, las presentaciones, conferencias Web y otras técnicas de comunicación, las experiencias visuales avanzadas se pueden lograr con proyectores sencillos o pantallas únicas. El auge de los paneles de vídeo puede generalizarse a medida que los fabricantes orienten sus estrategias hacia la producción de monitores muy delgados, “sin bordes”. En este caso, la información y el contenido deberán optimizarse para su presentación, por ejemplo, en las recepciones de las empresas o en las oficinas, así como en otros dominios como son los eventos deportivos, o la señalización en comercios minoristas y publicidad en exteriores.
El deseo de trabajar con HD, 3D, múltiples monitores y vistas del flujo de trabajo de las aplicaciones sólo puede ir a más. La necesidad de pantallas múltiples, más pequeñas y configurables que ofrezcan una resolución mejor que una pantalla gigante única –algo que se puede lograr con las nuevas tecnologías de chipset de GPU- pueden distraer menos la atención y contribuir a mejorar la productividad de los usuarios. Incluso en escenarios menos específicos, la posibilidad de conectar el portátil o un dispositivo móvil con funcionalidades avanzadas de GPU a una pantalla central puede facilitar la profundidad y nivel detalle necesarios para compartir información con un gran impacto visual con compañeros de trabajo, socios o clientes.
Pero, no sólo las compañías más orientadas a la producción gráfica y visual pueden ver mejoras en el rendimiento. Otros usuarios, como puede ser el personal de un hospital, que también trabaja con imágenes de alta calidad o flujos de trabajo de múltiples aplicaciones, dependen igualmente del rendimiento, aceleración y fiabilidad de la GPU a la hora de garantizar que sus sistemas tengan capacidad de respuesta y estén siempre disponibles cuando tengan que aplicar terapias y tratamientos médicos. La mayor facilidad en la integración de la GPU puede servir incluso para reducir la necesidad de que el departamento de TI de un hospital tenga que reescribir software para que funcione en modalidad de alta resolución o con varias pantallas y así evitar los escenarios de “retirada y sustitución” que resultan injustificables desde el punto de vista económico.
Otro detalle que se pasa por alto en los avances de la GPU es que permite ver y hacer mucho más con los datos de negocio. Incluso si los requisitos informáticos no vienen marcados por las necesidades de representación gráfica, los desarrollos en tecnologías de CPU pueden servir para mejorar sustancialmente otras alternativas de presentación y visualización. Los requisitos de los sistemas operativos más recientes, por ejemplo, ponen de manifiesto las deficiencias de los sistemas de hardware anteriores. Pero en el caso de que las empresas se vean obligadas a sustituir sus equipos de desktop, simplemente el actualizar y centralizar la potencia de GPU en un chipset único puede suponer una alternativa de compra y gestión de TI más económica y productiva.
Al ofrecer a las empresas un mayor poder de computación, visión panorámica y mayor productividad gracias al uso de múltiples pantallas, mayor calidad de la imagen y comunicaciones visuales, tanto si se trata de uso corporativo general o para trabajos más especializados, la necesidad de disponer de capacidades sofisticadas de gestión de gráficos pronto será una realidad en todas las organizaciones.