La apuesta por una Administración Pública digitalizada e interconectada

2020 ya ha pasado como el año de las buenas noticias en peligro de extinción. El año del teletrabajo, las videollamadas, la atención sanitaria telefónica, la comida a domicilio, la firma digital, el cine en casa, el ocio en casa… y todo en casa. El año en que lo importante se tornó fundamental y el año en el que la transformación digital reafirmó su potencial como la estrategia para que todo siga funcionando de forma ágil y eficiente, desde el hogar o desde la oficina.

También, a finales de este convulso 2020, Equinix ha presentado a nivel global el cuarto volumen del Índice de Interconexión Global (GXI), un estudio de mercado anual que en esta edición muestra el efecto de la pandemia COVID-19 en la forma en la que las empresas están planificando sus iniciativas de infraestructura digital para los próximos tres años. La situación ha puesto de manifiesto la inminente necesidad de digitalización y ha acelerado el ritmo al que las empresas están afrontando sus procesos de transformación. La digitalización es agilidad, es capacidad de planificación y es adaptabilidad a un entorno constantemente cambiante y difuso como al que ahora estamos adentrándonos.

El GXI Vol.4 muestra datos que sostienen la medición y previsión del crecimiento del ancho de banda de interconexión, es decir, la capacidad total proporcionada para el intercambio de tráfico de forma privada y directa con un conjunto diverso de actores y proveedores a través de puntos distribuidos de intercambio de TI. De estos datos podemos concluir que los proveedores digitales serán los que experimentarán un mayor aumento en cuanto a conectividad privada desde ahora hasta 2023, multiplicando por cinco su crecimiento, pero hay otro dato igual de llamativo y perfectamente encajable en el contexto actual: la Sanidad, las Administraciones Públicas y la Educación lideran el ranking de aquellos sectores más tradicionales que están adaptándose a los nuevos requerimientos de digitalización.

Hacer de la necesidad una virtud

Bien cierto es que todavía queda un largo recorrido por delante, pero si algo nos ha enseñado esta época de incertidumbre es que aquellos sectores más digitalizados son los que mejor se han adaptado a estos difíciles momentos. En este contexto, la Administración Pública se encuentra ante un momento clave para embarcarse definitivamente en procesos de transformación digital y, de esta forma, beneficiarse de la agilidad, velocidad y seguridad que permite una infraestructura líder de TI. Solo así, se podrá mejorar en eficiencia a la hora de llevar a cabo cualquier proceso susceptible de realizarse en un entorno digital y que involucre a administraciones públicas y usuarios, como pueden ser la gestión de citas, la entrega de documentación o la gestión de procesos administrativos. Si algo nos ha enseñado estos duros meses de pandemia es que el futuro apunta a poder trabajar, hacer gestiones y mantener nuestra actividad habitual desde cualquier lugar y en cualquier momento.

Desde Séneca a Marco Aurelio, hay una expresión de origen estoico que ha calado en nuestra sociedad y es la de “hacer de la necesidad una virtud”. Precisamente ese es el objetivo que debemos plantearnos tanto empresas como administraciones públicas: mejorar nuestros procesos para salir más reforzados de esta difícil situación que a todos nos ha tocado vivir.

Una empresa, un país y una sociedad ya no pueden permitirse el riesgo de intentar crecer de forma aislada. En los ecosistemas, en la colaboración y en la conectividad se encuentra la llave del crecimiento global y sostenible. En el sector del data center en general y en Equinix como infraestructura digital del mundo en particular, seguiremos proporcionando capacidad de interconexión para que compañías, lugares, partners y proveedores continúen conformando los ecosistemas digitales que permitan unirse y crecer de forma conjunta y en beneficio de todos.