La integración de un cliente VoIP completo en Gmail ha dejado claro la ambición del gigante de Internet, que ahora amenaza la supremacía de Skype y otras empresas en un terreno que parecía muy tranquilo.
No parece que haya demasiados retos que acaben resistiéndosele al gigante de las búsquedas. Las redes sociales son hasta ahora el único gran trozo del pastel de Internet que Google no ha logrado conquistar, pero es evidente que están preparando un lanzamiento importante en este sentido: la reciente fiebre compradora que Google ha sufrido les ha llevado en los últimos días a adquirir varias pequeñas -y no tan pequeñas- empresas de este sector de una sola tacada.
Otro de los mercados en los que Google no parecía tener mucho que decir hasta hace poco menos de un año era el de la telefonía IP. A pesar de ofrecer llamadas de voz y videoconferencia a través de Google Talk y del cliente integrado en Gmail, las llamadas VoIP desde un ordenador a un móvil o un fijo parecían dominio absoluto de Skype, que ahora flirtea con Cisco.
Sin embargo las tornas cambiaron en noviembre de 2009, cuando Google y Gizmo5 anunciaron la compra de ésta última por parte de la empresa de Mountain View. Gizmo5, una empresa que precisamente se caracterizaba por sus soluciones de llamadas de VoIP tanto para móviles como para ordenadores quedó súbitamente ensombrecida por su empresa matriz, que parecía estar preparando su asalto al mercado.
La cristalización de ese acuerdo ha tardado en llegar más de nueve meses, pero hace pocos días nos enteramos de la última pequeña gran maravilla de Gmail: la posibilidad de utilizarlo no solo como gestor de correo, de contactos o de tareas -comiéndole gradualmente el mercado a soluciones groupware como Exchange y clientes como Outlook- sino también de ser usado como cliente VoIP para realizar llamadas no solo a otros PCs y portátiles, sino también a fijos y móviles de todo el mundo con un coste muy reducido.
Esta última función vuelve a poner de manifiesto la ambición de Google y deja claro que pocos quedan a salvo de competir con la empresa fundada con Larry Page y Sergey Brin. Skype era sin duda la referencia en este mercado, y aunque había otras alternativas (Fring, Truphone, Jajah, Linphone), Skype parecía liderar el segmento sin demasiados sobresaltos.
La cosa cambia totalmente con esta nueva capacidad de Gmail, aún en fase embrionaria por su disponibilidad limitada, pero que teniendo en cuenta su conjunción con Google Voice -un servicio que lamentablemente sigue sin salir de las fronteras estadounidenses- y el éxito de Android podría convertir a Google en una verdadera potencia de las telecomunicaciones IP, aquellas en las que las operadoras telefónicas tradicionales ya no tienen tanto que decir.
Tanto los precios como las funcionalidades de las llamadas de VoIP desde Gmail no son especialmente revolucionarias: otros llevaban ofreciéndolas desde hace años, y por supuesto puede haber soluciones más competitivas en precio. Pero lo que ninguna de ellas tenía es el empuje que Google tiene… y sobre todo, las decenas de millones de usuarios en todo el mundo que tienen abierto continuamente en sus navegadores la página de Gmail. Ahí es donde ni Skype ni ninguna otra pueden competir con tanta soltura, y eso es lo que podría hacerles perder mucho terreno frente a la ambiciosa Google.