En el escenario actual de tecnologías de almacenamiento, el almacenamiento en red NAS y las unidades HDD ocupan un lugar propio que está llamado a evolucionar gracias a nuevos e importantes avances. Rainer W. Kaese, director senior de Desarrollo de Negocio de Productos de Almacenamiento de Toshiba Electronics Europa, nos aporta su visión sobre ello.
Esta afirmación se apoya en una realidad directamente relacionada con una serie de aspectos diferenciales propios de NAS y los HDD, empezando por el hecho de que el almacenamiento en red NAS y los HDD para vigilancia se han diseñado y probado para garantizar una operativa 24×7 fiable y a largo plazo, en tanto que los discos que incorporan la mayoría de los ordenadores de escritorio y portátiles no se han concebido para responder a un tipo de uso tan intensivo.
Pero este no es el único punto diferencial. Los discos duros NAS, como el Toshiba N300, habitualmente incorporan sensores de vibración rotacional (RV) que permiten el montaje de forma segura y en la misma caja de varias unidades juntas sin que esto interfiera, en ningún caso, en la fiabilidad de su funcionamiento. Sin estos sensores, existiría riesgo de vibración rotacional y esto podría afectar a otros discos en un sistema de múltiples bahías.
Esta característica aproxima los discos duros NAS a los HDD de gama alta que incorporan los servidores puesto que, al igual que NAS y los HDD de vigilancia, los discos duros de gama alta de los servidores están diseñados para funcionar 24×7 y en sistemas en los que varios discos operan de forma muy próxima.
No obstante, existe una diferencia clave entre ambos tipos de disco que se encuentra justamente en las cargas de datos. Mientras que los HDD para servidores se enfocan al tratamiento de volúmenes ingentes de trabajo asociados a un gran número de usuarios y bases de datos en producción utilizadas de forma intensiva, los discos duros NAS están diseñados para cargas de trabajo menos exigentes propias del tradicional almacenamiento central en red o los sistemas de videovigilancia. Los discos NAS se sitúan, por tanto, en un lugar intermedio entre las unidades de disco tipo servidor y las unidades de escritorio, tanto en términos de capacidad de carga como en cuestión de precio.
Por otro lado, y a pesar del crecimiento continuo del volumen de datos almacenado en la nube, la demanda de almacenamiento local y, en particular NAS, mantiene su progresión. Ciertamente, la explosión global de datos es una realidad y la nube ofrece parte de la solución para su almacenamiento, pero existen, sin embargo, situaciones en las que los datos deben alojarse localmente. Y se constata, además, una preocupación creciente por la disponibilidad de copias de seguridad robustas y fiables. Si combinamos el imperativo ineludible de mantener copias de seguridad con el crecimiento constante de los volúmenes de datos a escala mundial, los requisitos de capacidad de almacenamiento en NAS se multiplican en todos los ámbitos, desde los usuarios domésticos hasta las grandes organizaciones.
Romper la barrera de los 40 Tb
Los discos NAS han evolucionado y actualmente incorporan muchas de las funciones que antes solo se encontraban en los sistemas de almacenamiento para servidores con conexiones Fibre Channel que resultan, por supuesto, mucho más caros. Esto significa que, a medida que aumenta la demanda de almacenamiento, especialmente en los entornos empresariales, los sistemas NAS, como el HDD N300, pueden utilizarse para dar respuesta a una parte cada vez mayor de esta demanda.
En este escenario, muchos se preguntan si con el continuo abaratamiento de las unidades de estado sólido (SSD), aún existe espacio para el almacenamiento en discos giratorios. Y la respuesta es afirmativa.
Efectivamente, el coste de las SSD se ha reducido de forma considerable y, de hecho, algunos sistemas NAS de gama alta utilizan unidades SDD para el almacenamiento en caché. El almacenamiento SSD es el rey cuando se trata de rendimiento, pero los HDD siguen siendo superiores cuando lo que se persigue es proporcionar gran capacidad de almacenamiento a un coste económico.
Por otro lado, los importantes recursos destinados a I+D, en particular para aumentar la densidad de datos y el número de platos de los HDD, implican que el coste por Gb continúa reduciéndose, al mismo tiempo que se consiguen aumentos significativos de la capacidad. Como consecuencia, los HDD continuarán siendo parte esencial del ecosistema de almacenamiento durante al menos la próxima década.
Existe una razón fundamental por la que los HDD pueden escalar de forma más económica que los SSD. En esencia, un SSD está formado por celdas de almacenamiento, cada una con su propio transistor de lectura/escritura y su propio cableado.
Incluso con geometrías más pequeñas y tecnologías como el apilamiento de celdas 3D, duplicar la capacidad de los SSD exige duplicar el número de celdas de almacenamiento, lo que significa duplicar a su vez el número de transistores y cableado necesarios y, por ende, el precio aumenta. Sin embargo, en las unidades HDD existen formas de aumentar la densidad de grabación y de añadir discos más baratos sin necesidad de aumentar el tamaño físico de la unidad o de incrementar significativamente su coste.
En este sentido, las unidades NAS están llamadas a evolucionar a corto y medio plazo. Recientemente, se han logrado mejoras importantes en la forma en la que se graban los datos, así como en el número de discos que pueden integrarse en una unidad estándar de 3,5 pulgadas. Ambas mejoras significan que hoy ya contamos con unidades NAS con capacidades de hasta 8 TB.
Y el avance continúa. Los siguientes pasos podrían llevar a la incorporación en los sistemas NAS de los discos duros rellenos de helio que ya se encuentran en algunas aplicaciones de tipo servidor. De esta forma, se conseguirían discos más delgados y sería posible integrar más discos en una unidad del mismo tamaño. Con este desarrollo potencialmente podría aumentarse la capacidad de los discos NAS hasta alrededor de 14 TB.
La industria del almacenamiento HDD también trabaja en el desarrollo de nuevas tecnologías de grabación de datos con el objetivo de romper límites en la capacidad de los HDD NAS y un horizonte más allá de los 40 TB.