Miguel Peribáñez, Consultor Senior UX Capgemini Engineering, explica en esta tribuna como una interfaz intuitiva influye en la experiencia de usuario en las realidades virtuales y mixtas
En la actualidad, nadie duda del poder de transformación de la tecnología. Como en todos los sectores, la industria también se ha visto sometida a un proceso de evolución que ha derivado en una producción inteligente, resultado de aplicar sistemas digitales que permiten organizar maquinaria, sistemas de almacenamiento y activos operativos, sin necesidad de intervención manual. Es la llamada Industria Inteligente, que fusiona la fabricación a medida con la eficiencia y las capacidades de producción industrial a gran escala. El objetivo es lograr una empresa más inteligente, eficiente y competitiva. Pero, ¿de qué forma se determina esta eficacia? ¿Cómo podemos medir efectivamente las interacciones en entornos industriales complejos y altamente digitales?
La Usabilidad
Durante bastante tiempo, la usabilidad fue el único indicador de este tipo de interacción. Sin embargo, la complejidad del entorno actual muestra que la usabilidad por sí sola ya no es suficiente para comprender la interacción de los usuarios en la vida real. Así, surge la experiencia de usuario (UX), que va un paso por delante e incluye la usabilidad junto con nuevos aspectos. Los clientes quieren una usabilidad lúdica, descubrir funciones sin frustración. Buscan un producto que sea visualmente atractivo y divertido de usar; todo a pesar de los rápidos avances tecnológicos y los requisitos en constante cambio.
Los usuarios de hoy en día están acostumbrados a usar teléfonos inteligentes y tabletas en su vida diaria. Esto tiene un gran impacto en la interacción en un contexto industrial: la funcionalidad por sí sola ya no es suficiente en la Industria Inteligente. Los procesos son dinámicos y la Smart Factory, junto con los Smart Devices, debe ser eficiente y efectiva para garantizar una experiencia de usuario positiva que permita satisfacer a los usuarios, promover la aceptación del producto y asegurar un éxito constante en el mercado. Este viaje hacia la Industria Inteligente será un proceso evolutivo, en el que las experiencias positivas de los usuarios son un factor crítico de éxito.
¿Por qué el UX/UI es tan valioso?
El comportamiento humano es un elemento clave, pues influye en la experiencia del usuario y la interfaz de usuario. Al comprender cómo los diferentes principios de la psicología afectan al comportamiento humano, los profesionales de UX/UI pueden diseñar sitios web, aplicaciones y productos digitales para evocar respuestas y acciones precisas de los usuarios.
En general, las personas que tienen una mala UX en un sitio se van y buscan otra opción. Por tanto, los profesionales de UX/UI entienden qué impulsa el comportamiento humano y pueden traducirlo en elementos específicos de un sitio web para promover la participación del usuario y evitar su abandono. Además, gracias a herramientas de análisis, pueden recopilar y ver datos avanzados sobre cómo los usuarios interactúan en una aplicación, dónde navegan y dónde pueden llegar; información que sirve para identificar áreas de interés con el fin de mejorar la interfaz y la experiencia del usuario.
La importancia del UX/UI en todas las industrias
La transformación digital que está teniendo lugar en el sector industrial implica grandes cambios que exigen cuidar cada detalle; y, en el ámbito del desarrollo de software, se hace imprescindible la evolución hacia aplicaciones orientadas y enfocadas en el usuario.
Desde esta nueva perspectiva, el diseño UX/UI se convierte en una pieza clave para garantizar el desarrollo de aplicaciones de calidad que incluyan interfaces cuidadosamente diseñadas para conseguir una experiencia intuitiva, ágil y cómoda para los usuarios.
Sin embargo, UX/UI no se trata solo del usuario. Cumplir con los objetivos comerciales y funcionales del producto y alinearlos con los del usuario son igualmente críticos. En última instancia, el objetivo de un diseñador de UX o UI es hacer coincidir los objetivos comerciales con las necesidades del usuario a través de un proceso de investigación, prueba y optimización. Esto significa que un buen UX/UI se puede aplicar a casi cualquier negocio en cualquier campo profesional.
El futuro de la interfaz de usuario y la experiencia de usuario
A medida que las pantallas sean reemplazadas por computación espacial a través de la realidad mixta (MR) y la realidad virtual (VR), las demandas del diseño de UX/UI se expandirán para incluir una experiencia sensorial mucho más rica. Sin las sensaciones físicas que ofrecen las pantallas y los teclados, los diseñadores deberán encontrar nuevas formas de crear una experiencia de retroalimentación sensorial para interactuar con hologramas, brindando a los usuarios la ilusión de tocarlos físicamente.
Al presionar un botón virtual a través de la realidad mixta, el usuario querrá sentir como si estuviera presionando físicamente un botón; un teclado virtual deberá combinarse con los sentidos del usuario para que sea tan fácil de usar como un teclado físico. Es una forma completamente nueva de interactuar con las computadoras que requiere un enfoque de diseño mucho más complejo.
Digitalización
Si hablamos de digitalización de la industria, cobran especial relevancia las iniciativas de monitorización de todos esos procesos para obtener datos e información de calidad en tiempo real (sistemas SCADA, HMI, DCS…), que serán fundamentales para agilizar la toma de decisiones en todos los niveles.
Además de recopilar esos datos esenciales, para conocer el estado real de las instalaciones y entender la información que obtenemos de todos los procesos de una planta industrial, es imprescindible tener una interfaz intuitiva que presente todas las funcionalidades de manera adecuada y permita visualizar y comprender esa información de forma sencilla.
El equipo de UX/UI es el encargado de diseñar esta interfaz, mejorando el funcionamiento de una aplicación y posibilitando la comprensión de la información por parte del usuario, para mejorar la experiencia. En definitiva, se trata de que conseguir que el flujo de trabajo para completar las distintas funcionalidades dentro de la aplicación no suponga ninguna dificultad, sino que sea un proceso fluido, sencillo, intuitivo y natural.