La jornada de clausura del IBM Innovate 2011 en Orlando tuvo como protagonista al supercomputador Watson, que ganó el concurso estadounidense Jeopardy! y que tiene por delante un brillante futuro, con multitud de aplicaciones en la vida cotidiana.
Watson no es el comienzo de Skynet (el supercomputador que se revela a sus creadores en la saga Terminator), no es el jefe supremo de los computadores, tampoco un motor de búsqueda avanzado o una base de datos de lujo. Watson es “un sistema de razonamiento de preguntas y respuestas capaz de procesar el lenguaje natural a través de datos estructurados y no estructurados utilizando un complejo sistema de algoritmos, los cuales combina de la mejor forma posible”. Esa es la definición que el Gigante Azul ofrecía durante la presentación del supercomputador Watson en el IBM Innovate 2011 celebrado en Orlando (Florida) durante esta semana y al que tuve la oportunidad asistir en representación de eWEEK Europe. Fue en la keynote de la última jornada del congreso, por lo que acaparó la atención de los miles de asistentes, la mayoría clientes y partners de IBM.
Lo cierto es que ya conocía bastante bien el funcionamiento de este monstruo de la computación. Hace tan sólo unos meses entrevistábamos en vídeo a Juan Manuel Rebés, jefe de producto UNIX para IBM en España, Portugal, Grecia e Israel, quien nos ofrecía detalles muy interesantes sobre Watson.
Ahora tan sólo quedaba conocer a sus creadores y ver a Watson en directo, en acción. Para hacernos una idea de la capacidad de este supercomputador, tan sólo algunos datos:
El equipo de desarrollo está compuesto por 25 personas, que estuvieron trabajando en el proyecto durante 4 años. En total, generaron un millón de líneas de código fuente, 700.000 de las cuales están escritas en Java y unas 300.000 en C++. A nivel de hardware, Watson está compuesto por un array de 90 servidores IBM Power 750, que en total suman 2.880 núcleos de Power7. En el apartado de memoria tampoco anda mal: 20 TBytes, mientras que la red que interconecta a todos estos servidores cuenta con un ancho de banda de 10 Gbps proporcionado por un switch de Juniper Networks.
Aunque su funcionamiento no es precisamente sencillo, básicamente y a muy grandes rasgos, recopila la pregunta realizada y la separa en palabras. En este punto comienza un cálculo masivo de posibilidades a través de múltiples algoritmos que cotejan la información con una brutal base de datos. Por cierto, entre las fuentes principales que utilizaron sus desarrolladores se encuentra la Wikipedia. Finalmente, Watson es capaz de ofrecer una respuesta en función del nivel de confianza. Y lo hace tan sólo en décimas de segundo.
Durante la demostración de Jeopardy! que pudimos contemplar miles de personas en la sala principal del evento, Watson se enfrentaba a otros dos equipos de tres personas cada uno y lo cierto es que terminó arrasando también en este particular concurso.
Watson no es capaz de entender, tampoco de pensar o de aprender de sus errores. Sin embargo, su futuro es prometedor ya que IBM lo aplicará a multitud de campos profesionales de lo más variopinto. La tecnología ya está hecha, lo único necesario es adaptar los datos que se pretenden procesar al ámbito concreto. Se podrá aplicar a call centers, hospitales, empresas con grandes volúmenes de datos ‘big data’ y un largo etcétera de posibilidades.
No cabe duda de que tendremos noticias de Watson próximamente. Será el eje de una nueva generación de servicios capaces de entender el lenguaje natural, algo que hasta ahora no estaba al alcance de cualquier sistema computacional, no al menos con tal despliegue de medios y calidad en las respuestas.
Desde aquí os recomiendo la entrevista en vídeo que hicimos a Juan Manuel Rebés, probablemente la persona que más sabe de Watson en nuestro país.