Jorge Pérez, director regional Business Technology Platform de SAP para el sur de Europa, explica en esta tribuna los desafíos y necesidades a los que se enfrenta la empresa del siglo XXI.
Si miramos al siglo pasado, resulta sencillo ver cómo la tecnología fue la base del desarrollo de aquellos años: desde la electricidad hasta los antibióticos, pasando por la radio o la televisión o incluso la energía atómica, marcaron la evolución de nuestra forma de vivir y trabajar en la última centuria.
Con la llegada del siglo XXI, la tecnología ha pasado de ser la novedad que hizo más sencilla y cómoda la vida de nuestros abuelos y transformó poco a poco sus trabajos, a ser parte esencial de nuestro presente.
Vivimos en el siglo de la digitalización, una significativa tendencia tecnológica que está cambiando tanto la sociedad como las empresas, que se encuentran bajo presión constante para utilizar tecnologías digitales y adaptar sus modelos de negocio a esta nueva realidad.
De hecho, según un estudio de Gartner, el 89% de los directivos está de acuerdo en que el negocio digital forma parte de la estrategia de crecimiento de las empresas, pero solo el 35% afirma haber alcanzado o estar en vías de lograr sus objetivos de transformación digital. ¿Cuáles son estos objetivos y las dificultades para conseguirlos en el mundo digital?
La empresa del siglo XXI: desafíos y necesidades
Poco queda de la empresa tradicional en nuestro siglo XXI. Las organizaciones de hoy en día se enfrentan a desafíos TI complejos, derivados en buena parte de que cuentan con entornos de aplicaciones cada vez más grandes e interconectados. En ellos se combinan tanto opciones cloud como on-premise, aplicaciones heredadas, hiperescaladores y fabricantes, plataformas propietarias y tecnologías open source…
A esta complejidad técnica se suma otra de las máximas de la empresa en este siglo, la opción por la sostenibilidad y cómo las expectativas y normativas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) han de ser tenidas en cuenta en todas las inversiones en tecnología que se realicen, para garantizar que las empresas son responsables de su impacto en el medioambiente y en las futuras generaciones.
Otra de las tendencias que está marcando el desarrollo empresarial es la necesidad de acabar con los denominados silos de datos. Las organizaciones necesitan poder actuar sobre los datos empresariales en tiempo real para responder eficazmente a las condiciones dinámicas del mercado y generar valor.
Un último desafío puesto de manifiesto en los últimos años es la importancia de utilizar la tecnología para crear procesos digitales y, a su vez, contribuir a crear nuevas oportunidades. Y es que, pese a las condiciones económicas actuales provocadas en gran medida por la inflación, se espera que el gasto en TI crezca más de un 5% en 2023, ya que la tecnología está tan profundamente integrada en la economía mundial que debe desempeñar un papel importante en el modo en el que esta responde a las turbulencias.
Una respuesta integrada y global
Una vez vistos los desafíos a los que se enfrentan las empresas de hoy, cabe preguntarse de qué forma es posible apoyar a organizaciones de distintos sectores para dar respuesta a todos ellos de forma integrada y global.
Así, en los últimos años han surgido en el mercado distintas plataformas tecnológicas diseñadas para este fin. Entre sus características principales cabe destacar:
- Carácter unificado, el hecho de reunir en una plataforma tecnológica datos y analíticas, inteligencia artificial, desarrollo de aplicaciones, automatización e integración, etc. favorece la aceleración de la innovación digital al proporcionar una visión única de todos los datos provenientes de numerosos sistemas y plataformas.
- Conexión con el negocio, tener que acceder y utilizar datos almacenados en sistemas y ubicaciones diferentes –entre proveedores cloud, proveedores de datos y sistemas on- premise–es un reto complejo. Supone extraer datos de distintas fuentes y exportarlos a una ubicación central, con el consiguiente riesgo de pérdida de información crítica del contexto empresarial. Las plataformas que permiten construir arquitecturas de datos escalables y consistentes a la vez que mantienen el contexto en el que se crearon y la lógica empresarial son claves para la interoperabilidad.
- Flexibilidad y apertura, que permite a desarrolladores y usuarios crear, integrar y ampliar aplicaciones gracias a herramientas de desarrollo de bajo código/sin código, agilizar las cargas de trabajo y los procesos con inteligencia artificial y automatización, así como aumentar la agilidad de su negocio con planificación y análisis ampliados.
A escasos dos años de superar el primer cuarto del siglo, ya no hay dudas sobre el hecho de que la digitalización ha de formar parte de cualquier plan corporativo. Según IDC, en 2026, el 75% de los líderes del mercado dispondrán de programas e inversiones en innovación digital estructurados y sistémicos que respalden la innovación continua, permitiendo el crecimiento, la escala, la agilidad y la resiliencia.
Sin duda, estas plataformas se han convertido en la base sobre la que organizaciones de todos los sectores impulsan su digitalización de forma innovadora, ágil y flexible, colaborando con ellas en el traslado de sus infraestructuras a la nube y apoyándolas en su camino para convertirse en empresas más inteligentes y sostenibles.